Deja de juzgar a los padres de niños traviesos
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Son muchos los padres que se sienten juzgados cuando sus hijos no se portan del todo bien en los lugares públicos. Quizá te ha pasado que cuando ves a ese niño tirando piedras en el parque o ese niño que en el cumpleaños de tu hijo parece que está molestando a todos… lo primero que haces es juzgar a los padres, preguntándote cómo no son capaces de mantener a su hijo a raya. Es posible que pienses que son padres horribles.
En realizar, cualquier juicio que hagas de unos padres y sus hijos, puede, simplemente, no ser exacto. Pueden ser muchas las razones por las cuales un niño no se comporta bien y probablemente no sean las que tú tienes en la cabeza. Es necesario que dejes de juzgar a los padres de los niños traviesos, ¿quieres saber por qué? A continuación te damos algunas razones.
No sabes lo que le pasa al niño
Ese niño puede haber vivido momentos difíciles en su vida, como la muerte de una persona cercana, la enfermedad de un familiar, un accidente de coche, etc. Cualquier evento traumático puede afectar al comportamiento de un niño. Cualquier evento estresante como el divorcio de los padres, que siempre estén discutiendo… o una mudanza, también puede afectarles.
Son experiencias difíciles que afectan al desarrollo de un niño, incluso cuando ocurren en la infancia o en el embarazo de la madre. Por este motivo, aunque parezca que el niño está eligiendo ser desafiante hacia el mundo, no sabes lo que ocurre en su mente y su corazón.
No sabes lo que han pasado los padres
Los padres de un niño travieso pueden haber sufrido experiencias complicadas. Esos padres quizá hayan perdido un hijo y sientan demasiado dolor emocional para disciplinar bien a su hijo en la actualidad. También puede ser que uno de los padres haya sufrido maltrato en el pasado y tenga dificultades para ser un padre sano para sus propios hijos.
Las experiencias estresantes de la vida afectan en la forma en que los padres interactúan con sus hijos. Una madre soltera puede tener problemas para encontrar tiempo para pasar con sus hijos, algo que podría contribuir a que tengan problemas de conducta. También es posible que los padres estén enfrentándose a problemas financieros que les hagan estar muy preocupados por su situación como para darse cuenta del mal comportamiento de sus hijos.
Como ves, son muchas las circunstancias que pueden estar atravesando los padres como para que les juzgues sin más si sus hijos tienen un mal comportamiento.
La genética puede tener algo que ver
Si bien el ambiente juega un papel importante en el comportamiento de un niño, la genética también puede ser un factor a tener en cuenta. Un estudio de 2013 publicado en el International Journal of Behavioral Development descubrió que factores como el escaso autocontrol y los problemas en el control de la ira podrían heredarse de los padres.
Un estudio de 2012 publicado en Psychological Science descubrió que la genética desempeña el papel más importante en los problemas de comportamiento cuando los padres están distantes. Si los padres no están prestando mucha atención a lo que hacen sus hijos, la biología puede tener un papel más importante en afectar las decisiones que toman los niños.
Claramente, el temperamento con el que nace un niño afectará a su comportamiento. Algunos niños son naturalmente más agradables o tímidos, mientras que otros tienden a ser astutos, curiosos y audaces.
Además de todo esto, pueden haber otros factores que influyan como que el niño tenga algún tipo de trastorno, retraso en el desarrollo, que los padres ya no sepan qué más hacer con su hijo o que las reglas de su casa no sean como las tuyas. Sea lo que sea, lo que es primordial es que exista respeto y si no vas a ayudar, entonces, mejor no digas nada.
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