Cuento infantil: El descubrimiento de América

El descubrimiento de América es uno de los acontecimientos históricos más importantes no solo de España, sino de todo el continente americano. Conocido también como el encuentro entre dos mundos, fue la primera vez que llegó una expedición europea a este continente instaurando un vínculo que marcó muchos hechos a lo largo de la historia de ambos continentes y que ha perdurado hasta los días de hoy a través del vínculo entre las culturas de uno y otro lado del Atlántico. Cuéntales cómo se fraguó el viaje de Cristóbal Colón hasta América a los más pequeños de casa con un cuento sencillo pero muy interesante que seguramente les encantará conocer. 

El descubrimiento de América contado para los niños

Corría el año 1451 cuando en Génova, la actual Italia, nació un niño llamado Cristóbal Colón. Su gran pasión era el mar, por lo que comenzó sus andaduras primero como aprendiz en barcos genoveses y, más tarde, como marinero. A los 20 años ya era patrón de barco y recorría todas las rutas del mar Mediterráneo.

En el año 1476, durante una batalla naval entre mercantes y piratas en el sur de Portugal, su barco se incendió y Colón llega nadando a las costas de Portugal donde vivió durante nueve años. Allí comenzó a navegar y a recorrer nuevas rutas comerciales a Madeira, Azores, Canarias e Islandia. Durante esos viajes conoció a muchos marinos y se curtió en los secretos del mar. Y allí fue también donde se le ocurrió una de las ideas más brillantes de la historia: llegar a la India por una nueva ruta, cruzando el océano Atlántico.

Nadie lo había hecho antes. Sin dudas, sería un viaje largo y lleno de peligros, pero podría evitar a todos los piratas y corsarios que abundaban por la ruta habitual a las Indias. Su idea podría parecer una locura, no sabía qué había al otro lado, pero estaba decidido a intentarlo.

Ilusionado con su proyecto, Colón se lo propone al rey de Portugal, su majestad Juan II. Sin embargo, el rey no estaba convencido. Había mandado a sus expertos a estudiar la idea y le habían asegurado que se trataba de una misión muy peligrosa. El rey no quería tirar su dinero a la basura, por lo que no estaba dispuesto a segundar ese viaje. 

Sin embargo, Colón no se desanimó y siguió con su plan en mente. Empezó a estudiar libros de historia, mapas, escritos del matemático Toscanelli y del viajero veneciano Marco Polo, que había viajado a la India a través de Asia. Y cada vez su idea cobraba más forma. Así, en 1485 deja Portugal y viaja a España. Con su ilusión por bandera, llega al puerto de Palos de la Frontera, en Huelva, al sur de España con la intención de presentarle su proyecto a los reyes de Castilla, también conocidos como los Reyes Católicos.

Así, en enero de 1486 consiguió reunirse con los Reyes Católicos, quienes recibieron a Colón en Alcalá de Henares, una ciudad cerca de Madrid. Colón les pidió ayuda para su viaje. Sin embargo, recibió una nueva negativa del rey Fernando, quien le aseguró que sus expertos en navegación habían examinado su plan y lo veían muy arriesgado, por lo que no recomendaban realizarlo. 

Colón no se desanimó. En aquel momento, el duque de Medinaceli le abrió las puertas de su palacio durante dos años donde Colón continuó con sus estudios sobre la India, Oriente y el camino para llegar a esas tierras. Propuso su idea a otras personalidades influyentes, pero no recibió ninguna respuesta positiva. Sin embargo, supo que la reina Isabel estaba interesada en su proyecto, así que le propuso un nuevo encuentro. 

En diciembre de 1491 Colón se reúne con los Reyes Católicos una vez más a las afueras de la ciudad de Granada. En aquellos momentos el reino de Castilla estaba en guerra con los árabes y habían sitiado la ciudad para recuperarla. Sin embargo, contrario a lo que esperaba Colón, los expertos de la corte rechazaron una vez más su proyecto. No obstante, los reyes le prometieron volver a estudiarlo al terminar la guerra. 

Finalmente, Castilla ganó la guerra y conquistó Granada. Entonces, los Reyes Católicos cumplieron su promesa, llamaron a Colón y aprobaron su proyecto. El 17 de abril de 1492 Colón firmó un contrato en el que dejaba constancia de que las tierras que descubriese formarían parte de la Corona de Castilla y Aragón. Además, los reyes nombraron a Colón almirante de la mar, virrey y gobernador de las tierras que descubriese y le otorgaron la décima parte de las riquezas que obtuviese. El contrato fue conocido en el nombre de las Capitulaciones de Santa Fe. 

Entonces Colón emprendió rumbo hacia el sur de España en busca de los barcos y la tripulación para su viaje. Desafortunadamente Colón no fue bien recibido, nadie confiaba en su proyecto, los marineros dudaban del éxito de la misión y la consideraban muy peligrosa. Sin embargo, gracias a la ayuda de los hermanos Pinzón consiguió tres barcos: la Santa María, la Pinta y la Niña.

Con tres barcos, 90 marineros y un presupuesto de dos millones de maravedíes, que era la moneda de aquel entonces, Colón emprendió rumbo hacia el oeste el 3 de agosto de 1492 en un viaje que cambiaría el mundo. La primera parada fue en las islas Canarias para abastecerse de víveres y hacer algunos arreglos en los barcos. Luego, prosiguió su verdadera aventura hacia donde creía que encontrarían la India.

El viaje no fue fácil, a veces las olas eran muy fuertes y altas y los antiguos barcos parecía que iban a hundirse. Los días pasaban y la tripulación se ponía cada vez más nerviosa. No veían tierra desde hacía semanas y los marineros empiezan a dudar de las palabras de Colón. La tensión en los barcos iba en ascenso hasta que se produjo una pequeña rebelión. Los marineros querían volver a casa. El proyecto estaba a punto de fracasar. Así que entre todos acordaron navegar tres días más y si no encontraban tierra, emprenderían el viaje de regreso.

Pero no hizo falta. Afortunadamente la noche del 11 al 12 de octubre, el marinero Rodrigo de Triana, mientras hacía su turno de vigilancia, vio tierra a lo lejos y lanzó el famoso grito: ¡Tierra! ¡Tierra a la vista! Finalmente, el sueño de Cristóbal Colón parecía cumplirse. El día 12 de octubre de 1492 desembarcaron en la isla de Guanahaní a la que llamaron San Salvador, la actual Bahamas, antes de seguir rumbo a Cuba y a la isla La Española.

Sin embargo, todos pensaban que habían llegado a las Indias, en Oriente, no sabían que en realidad habían descubierto un nuevo continente. En 1493 Cristóbal Colón organiza el regreso a España. Después de un viaje con varias tormentas, la Pinta y la Niña llegó a salvo a Huelva. Todos fueron recibidos como héroes.

Unas semanas después fue recibido por los Reyes Católicos en Barcelona, donde Colón les relató cómo fue el duro viaje y deslumbró a la corte con los maravillosos objetos, animales y aborígenes que había traído del otro lado del océano. Después de su primer viaje a América, Colón realizó otros tres viajes hasta que el 20 de mayo de 1506 murió en Valladolid sin saber aún que había descubierto un nuevo continente.

No fue hasta más tarde cuando un navegante italiano amigo de Colón, Américo Vespucio, descubrió que las Indias a las que había llegado Colón eran, en realidad, un nuevo continente. Entonces, lo llamaron América en su honor. Y así fue como Colón llevó la cultura española y europea a América y trajo a Europa la cultura americana y una gran cantidad de alimentos desconocidos como el maíz, la patata, el cacao, el pimiento y los tomates. De esa manera terminó uno de los proyectos más impresionantes de la historia.