Cucú-Tras: Descubre los beneficios ocultos de este juego para tu bebé

El juego de cucú-tras tan famoso entre los bebés, es popular porque los pequeños lo pasan muy bien y nos regalan grandes sonrisas. A primera vista puede parecer un juego simple pero la realidad es que es mucho más que eso. Tiene un impacto significativo en el desarrollo de los bebés y a continuación te explicaremos por qué va más allá de un mero entretenimiento.

Beneficios del cucú-tras en el desarrollo del bebé

Si tienes un bebé y juegas al cucú-tras, vamos a explicarte a continuación todos los beneficios que tiene en su desarrollo y por qué jugarlo es una forma excelente de pasar tiempo de calidad con tu bebé. ¡Te lo explicamos! 

Desarrollo cognitivo 

Desde una edad temprana, los bebés están aprendiendo sobre el mundo que les rodea. El juego del cucú-tras les enseña una lección fundamental: que los objetos y las personas aún existen aunque no los vean. 

Cuando te escondes detrás de tus manos o una manta y luego vuelves a aparecer, el bebé está aprendiendo la noción de permanencia de los objetos, un concepto clave en su desarrollo cognitivo. Por eso, cuantas más veces juegues, más veces se dará cuenta y disfrutará de predecir lo que pasará a continuación.

Estimulación sensorial 

Además, durante este juego, los bebés están experimentando diferentes sensaciones sensoriales. Pueden sentir el contacto de tus manos cuando te cubres la cara y te descubres. Observan los cambios en tu expresión facial, desde la sorpresa hasta la alegría, y escuchan tus palabras y risas. Esto estimula su sentido del tacto, visión y audición, contribuyendo al desarrollo sensorial que es esencial en esta etapa de su vida.

Desarrollo social y emocional 

Pero aquí es donde el cucú-tras se vuelve aún más especial: tiene un impacto profundo en el desarrollo social y emocional del bebé. Cuando juegas a esconderte y reaparecer, estás creando un vínculo emocional positivo entre tú y el bebé. Las risas, el contacto visual y el tacto fortalecen este vínculo afectivo. El bebé aprende que puede confiar en ti, que eres una fuente de diversión y seguridad.

Habilidades sociales 

Este juego también ayuda a los bebés a desarrollar habilidades sociales importantes. Aprenden sobre los turnos para jugar, la paciencia, y la comprensión de las interacciones sociales básicas. Comienzan a entender la empatía al ver tus reacciones emocionales cuando te escondes y vuelves a aparecer. Por lo tanto, el cucú-tras es una excelente manera de introducir a los bebés en el mundo de las relaciones sociales y emocionales.

Desarrollo a largo plazo 

Pero hay más razones para valorar este juego. A medida que los bebés crecen y se convierten en niños pequeños, el cucú-tras evoluciona. A los ocho meses, muchos bebés comienzan a jugar a esconderse ellos mismos. 

Se cubren la cara con una manta o un pañuelo para que tú, como padre o cuidador, no los veas. Esto es más que un juego; es una forma de manejar la ansiedad que sienten cuando no te ven. Les ayuda a comprender que, aunque no te vean, siempre vuelves a estar allí para ellos.

Validación y aprendizaje emocional 

El cucú-tras se convierte en un juego de «No te veo» y «Sí te veo». Los niños pequeños disfrutan de la sensación de ser buscados y extrañados. Se dan cuenta de que su desaparición temporal genera preocupación y cariño por parte de sus padres. Es una forma de validar su importancia en la vida de los adultos que los rodean.

Autonomía y desarrollo de habilidades 

A medida que los niños crecen, el juego del escondite evoluciona aún más. Los niños mayores disfrutan de juegos similares, como el escondite tradicional. Jugar a esconderse y buscar a otros niños les ayuda a desarrollar la autonomía y la independencia. Aprenden que sus padres no siempre pueden estar al tanto de todo lo que hacen y que pueden explorar el mundo de manera segura.

Fomento de la imaginación y la creatividad 

Además de todos los beneficios mencionados, el cucú-tras y los juegos similares también son herramientas poderosas para estimular la creatividad y la imaginación en los niños. A medida que los niños se esconden y buscan, están participando en un juego de roles, donde pueden ser tanto el escondido como el buscador.

Este juego de roles fomenta la imaginación de los niños, les permite experimentar diferentes perspectivas y crear historias en sus mentes. Pueden inventar escenarios emocionantes mientras se esconden o construir narrativas sobre la búsqueda del «tesoro» escondido. En este proceso creativo, desarrollan habilidades cognitivas y lingüísticas, y aprenden a comunicarse de manera más efectiva.

Así que, si eres padre o madre, hermano mayor, tío o tía, abuelo o abuela… si tienes un bebé contigo, no dudes en jugar a este bonito juego para fomentar todos los beneficios mencionados y, sobre todo, para pasar un momento mágico juntos.