Cuando tu bebé empieza a hablar y solo tú le entiendes… eso es amor

El instinto maternal y el amor incondicional se sienten a través de la conexión que se establece con el bebé desde el momento del nacimiento. Tanto el padre como la madre sienten esa conexión especial con el pequeño y es necesario que esto sea así para que el pequeño sienta una gran seguridad emocional que le permitirá crecer y desarrollarse de forma saludable. Las madres y los padres además, son el mejor traductor de sus bebés, porque aunque éstos no hablan, ellos saben perfectamente lo que quieren decir.

Papá y mamá son el mejor traductor

Papá y mamá son el traductor del bebé que se expresa de muchas formas, pero nadie (que no sean sus papis) le entiende. Ese lenguaje extraño es el más dulce que existe, y tú, casi sin saber cómo, sabes exactamente qué significan esos sonidos que emite tu bebé. Son sonidos en forma de gritos, balbuceos, gestos o expresiones… que pueden definir un lenguaje emocional increíble entre vosotros.

Además de ser el ‘traductor’ oficial de tu bebé, también eres su guía para que esos sonidos, poco a poco se conviertan en palabras, que pasarán a ser frases y que con el tiempo, tendrán significado y entendimiento también para las personas que rodean a tu pequeño.

Las mamás saben cómo comunicarse con sus bebés

Será la naturaleza, el instinto o el amor incondicional… pero lo que es seguro es que las madres saben cómo comunicarse exactamente con sus bebés, aunque éstos no sepan hablar. Saben descifrar las miradas, los comportamientos, conocen sus intenciones, e incluso, saben qué quiere su bebé incluso antes de que éste se dé cuenta.

Una madre o un padre no habla de forma infantilizada con el bebé, sino que tienen un dialecto con una comunicación normal, solo que se habla a un ritmo más lento y pausado, para que el cerebro del pequeño bebé pueda procesar mejor la información. Hablan a veces de forma más exagerada para que el bebé pueda descifrar poco a poco esos sonidos que conforman el lenguaje.

El lenguaje emocional

El lenguaje emocional existe porque existe una conexión emocional fuerte, la más poderosa que existe en todo el universo: los padres con su bebé. Hay quien lo llama instinto maternal (en las madres) aunque en realidad parece magia. La naturaleza es capaz de convertir a una mujer en madre y que todo su ser cambie en cuanto tiene a su bebé en brazos.

Es cierto que el vínculo emocional no siempre aparece de forma automática y es el tiempo y las experiencias lo que consigue que esto ocurra. Se convierte en algo profundo, de las entrañas de cualquier mujer que ha estado embarazada gestando a su bebé durante 9 meses.

Es un amor que nace de las entrañas

El instinto maternal y el vínculo emocional con el bebé nace del día a día, de las experiencias, del sufrimiento y se convierte en el amor más poderoso que existe. Todo este amor fortalecido se convierte en el mejor protector del bebé, quien sabe que su madre (y padre) siempre le entenderán y que son ellos quienes le enseñarán a articular poco a poco esas palabras que le abrirán la puerta a la comunicación y al mundo.

Es importante que los padres no se obsesionen si el pequeño habla más tarde que otros niños. Cada niño tiene su propio ritmo y un proceso madurativo que no tiene que ser igual que el de otros niños que estén a su alrededor. Lo que necesitan los bebés y niños pequeños para desarrollarse correctamente es el amor incondicional de sus padres.