Cómo criar a los hijos para que no se conviertan en adultos egoístas
[mashshare icons=»1″]
Existen muchos adultos egoístas que sólo piensan en sí mismos. Éste egoísmo empezó en la infancia cuando pensaban que ellos tenían el máximo derecho a todo y se les permitía todo. Si eres padre y sientes que estás criando a niños que serán adultos egoístas en el futuro, debes saber que estás dentro de todos los padres del mundo que se sienten así. Pero tiene solución.
Los niños siempre quieren las cosas a su manera, y esto es normal en su desarrollo, pero son los padres quienes tienen la clave esencial para poder frenar estos comportamientos y que no se potencie demasiado. Los niños tienden a anteponer sus necesidades y sus preocupaciones por delante de los demás y en pocas ocasiones se detienen a considerar los sentimientos de los demás, por eso es necesario trabajar la empatía desde bien pequeños.
Los niños no llegan a este mundo siendo egoístas. Existen investigaciones que demuestran que los niños nacen con el don de cuidarse y preocuparse de los demás. Los padres debemos cultivar esas virtudes para que permanezcan en la personalidad del niño. Los progenitores tienen el poder y la obligación de acabar con esa actitud desagradable y asegurarse de que sus hijos se conviertan en niños empáticos y generosos.
Sé firme
Un paso importante para acabar con las actitudes egoístas de los niños es ser firme y dejar claro que ese tipo de actitudes no se toleran. No es sencillo, pero se puede. Si tu hijo está acostumbrado a tener todos sus caprichos atendidos, será complicado cambiar esta actitud pero si te mantienes firme y eres consistente podrás tener buenos resultados. Será necesario mostrar claramente las nuevas expectativas de actitud toleradas y dejar claro a los niños que hay que ser considerado con los demás, será necesario desaprobar las acciones egoístas de tus hijos en voz alta siempre que sucedan.
Sé un buen ejemplo de empatía
Sólo aumentado la empatía se logrará disminuir el egoísmo. Los niños que son empáticos pueden entender mejor lo que otras personas están pensando porque son capaces de sentir cómo ellos siente. Un niño empático será un niño desinteresado y solidario. Por este motivo, resulta fundamental cultivar la empatía de tu hijo para ayudarle a ver más allá de sí mismo y poder tener en cuenta las opiniones de los demás. Busca oportunidades diarias para ayudar a tu hijo a ser empático y tener en consideración los sentimientos de otras personas.
Establece límites claros
Una de las razones por las que los niños se vuelven egoístas se debe a que pueden salirse siempre con la suya. Por este motivo resulta tan primordial establecer límites claros y mantenerse firme ante ellos. Si tu hijo tiene una rabieta o llora no cedas a sus «eres el peor padre / madre del mundo». En ocasiones las normas y los límites le harán entender que no siempre pueden salirse con la suya y que hay algunas reglas que no se pueden romper.
Aunque algunas veces quieras ser flexible y puedas hacerlo, valora las circunstancias para que si eres flexible en un momento determinado no estés fomentado el egoísmo en el futuro. Por ejemplo, no es lo mismo ser flexible cuando tu hijo ha acabado de cenar y quiere sentarse en el sofá (está bien ser flexible aquí) que si estás en una tienda de juguetes y le compras un juguete del que se ha encaprichado para que deje de llorar (estarás fomentando el egoísmo).
Los niños necesitan unas expectativas claras de comportamiento para que no crezcan siendo egoístas, en ocasiones será acertado hablar con otros cuidadores adultos de tus hijos para que puedan seguir esta misma línea educativa.
Comentarios