Educación

Crianza democrática: límites sí, pero respeto también

La crianza infantil es un reto para cualquier familia. Estar informados sobre las necesidades de los niños es clave para escoger la correcta.

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Crianza democrática
Nuria Capdevila

Nuria CapdevilaMaestra y pedagoga

La crianza democrática implica mucho más que solamente enseñar a los niños; implica comprensión, escucha y complicidad. Por ello, los pediatras y psicólogos infantiles suelen optar por aconsejar este tipo de crianza a cualquier familia que busque el bienestar de sus hijos. No se trata solo de imponer límites y normas, sino de llegar a puntos intermedios que permitan a la familia convivir respetando las necesidades de cada uno de los miembros. En esta tarea, los padres democráticos juegan un papel fundamental.

Beneficios de la crianza democrática

El estilo de crianza que adoptemos afectará, irremediablemente, al desarrollo emocional de nuestros hijos. Por ello, es siempre necesario buscar la manera de darles cuanto necesitan sin incurrir en excesos. Del mismo modo, se deben evitar estilos de crianza demasiado autoritarios, pues las implicaciones psicológicas de estos han quedado más que patentes en una gran cantidad de estudios.

La crianza democrática no niega la necesidad de establecer límites, sino que establece la mejor manera de hacerlo: desde el amor y el respeto y, esto tiene sus beneficios.

Fomenta el apego seguro

Fomentar el apego seguro es esencial para el desarrollo de los niños. Como hemos dicho en muchas ocasiones, los niños que se sienten seguros y respaldados, amados y queridos, desarrollan mejor las habilidades sociales, así como la resolución de problemas y pensamiento crítico. La crianza democrática nos ofrece el marco adecuado para fomentarlo y reforzarlo a diario.

Crea clima de confianza en la familia

Un clima de confianza es la mejor elección para cualquier familia. Si nuestros hijos confían en nosotros y nos cuentan sus miedos, temores y problemas, estaremos en una mejor posición para brindarles todo el apoyo que necesitan. Por el contrario, si no existe esa confianza, los niños pueden convertirse en personas recelosas e introspectivas, lo que puede dar lugar a adultos herméticos y de difícil acceso. Sin duda, dificultará, con el tiempo, nuestra labor como padres.

Niños seguros y con buena autoestima

Los niños que se sienten seguros y tienen oportunidades para experimentar desarrollan un mejor autoconcepto y una mayor autoestima. Sin duda alguna, elementos imprescindibles para una correcta gestión emocional y salud mental.

Una vez entendidos los beneficios de la crianza democrática, es importante conocer cómo podemos implementarla en casa.

¿Cómo implementar la crianza democrática en la familia?

La crianza democrática se basa en los siguientes principios:

Pequeñas decisiones día a día: alternativas y opciones

Los niños deben aprender a valorar opciones y tomar decisiones. Dándoles esta oportunidad, no solamente les estaremos ayudando a desarrollar el pensamiento crítico, sino que también les podremos educar en las consecuencias de los actos propios.

Por ejemplo, ante determinados desacuerdos en casa, los padres podemos ofrecer a los niños dos o tres opciones (que consideremos adecuadas) y permitirles que elijan la que más les guste.

Padres democráticos

Validar sus emociones

Siempre, siempre, debemos tener presentes las emociones de nuestros hijos. Debemos evitar caer en el error de pensar que algo es “poco” o “nada” para que se pongan de uno u otro modo.

Los niños reaccionan a los eventos de sus vidas en función de su desarrollo y grado de madurez. Por ello, lo que a nosotros puede parecernos una tontería, representa un mundo para ellos. Con todo, es necesario que les mostremos nuestro amor, apoyo y comprensión en todo momento.

Expectativas justas y adaptables

Todos los padres “esperamos” algo de nuestros hijos y este es el mayor error que podemos cometer. Una cosa es desear que estudien, que encuentren una bonita relación con el tiempo, que tengan buenos amigos, etc. Otra muy distinta es presionarlos para que sean de una u otra manera, para que hagan o deshagan lo que nosotros queremos. Antes de “esperar” algo de nuestros hijos, debemos preguntarnos si esto responde a nuestros gustos, sueños o necesidades o a las suyas. Es importante comprender que nuestros hijos seguirán su propio camino y que, por ende, tomarán sus decisiones.

Con todo lo dicho, pues, es necesario que seamos conscientes de sus limitaciones, sus fortalezas y debilidades y adaptemos nuestras exigencias a sus posibilidades. Así mismo, todo ello debe reflejarse en las obligaciones que les pongamos en casa, en las normas y en los límites.

Diálogo y escucha activa

Por último, resulta fundamental destacar la importancia del diálogo y de la escucha activa en la crianza democrática. De nada nos servirá hablar con los niños si no dejamos que ellos nos den su opinión. Así mismo, si queremos comprenderles y actuar en su beneficio, es necesario conocer sus inquietudes y miedos, algo que solo conseguiremos a través del diálogo y prestándoles atención.

Dentro de todos los estilos de crianza que podemos adoptar en casa, la crianza democrática es uno de los más efectivos. No solamente nos permite relacionarnos con nuestros hijos desde el amor y el respeto, sino que también nos ofrece el entorno adecuado para educarles en valores. La responsabilidad de los padres es dar lo mejor a los más pequeños de la familia y esto pasa, en realidad, por escucharlos, comprenderlos y hacerlos sentir seguros y amados en todo momento.

  1. Ramírez-Lucas, A., Ferrando, M., & Sainz, A. B. (2015). ¿Influyen los estilos parentales y la inteligencia emocional de los padres en el desarrollo emocional de sus hijos escolarizados en 2o ciclo de Educación Infantil? Acción Psicológica, 12(1), 65-78. https://doi.org/10.5944/ap.12.1.14314
  2. Estilos de crianza. (2017, 9 de junio). American Psychological Association. https://www.apa.org/act/resources/espanol/crianza
  3. Alejandra, T. V. M. (2023). Estilos de crianza y conductas disruptivas en niños en tiempos de pandemia. https://doi.org/10.5944/ap.12.1.14314

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