Criando hijos felices y sanos: 10 consejos prácticos para lograrlo
Todo padre desea la felicidad de sus hijos
[mashshare icons=»1″]
La mayoría de los padres quiere lo mejor para sus hijos. Sin embargo, educar a los niños no es una tarea fácil y a veces las mejores intenciones no bastan para lograr que sean felices. La ausencia de reglas, por ejemplo, no hará a los niños más libres mientras que el exceso de normas puede terminar por asfixiarles.
De la misma manera, dar todo a los hijos no hará que se sientan más afortunados ni animarlos a esforzarse hará que sean más infelices. Tampoco vale querer imponerles el estilo de vida y las metas que durante años los padres han soñado para los pequeños, los niños necesitan encontrar su propio camino para sentirse realizados y la tarea de los progenitores no consiste en cortarles las alas, sino en prepararlos para el momento en el que puedan volar por su cuenta.
Sin embargo, aunque a veces sea complicado encontrar un buen equilibrio, existen algunas claves que pueden ayudarte a criar a niños felices y equilibrados. El secreto radica en guiarles durante todo el camino respetando su individualidad, darles rienda suelta para que puedan convertirse en la persona que quieren ser, amarlos mucho y hacérselo saber.
¿Cómo educar a niños felices y equilibrados?
Cuando tu hijo crezca no recordará la cantidad de juguetes que tuvo en su infancia, pero recordará el tiempo que jugaste con ellos. Se le olvidarán muchos de los sitios que visitó, pero recordará los momentos que compartió contigo y las experiencias que creasteis juntos. Probablemente no recuerde todos los juegos que le gustaban, pero recordará cada abrazo y momento especial que vivisteis. Los niños no necesitan mucho para ser felices, por tanto, en lugar de centrarte en darles todo lo que crees que necesitan, enfócate en crear experiencias que no olviden nunca. He aquí algunas claves sencillas que pueden ayudarte a criar a niños felices, autónomos y emocionalmente equilibrados.
1. Dedica tiempo de calidad a tus hijos
Sin duda, uno de los recursos más sencillos y efectivos para criar a niños felices consiste en pasar todo el tiempo que puedas con ellos. Eso sí, no vale cualquier momento, de nada sirve que estés junto a tus hijos mientras estás pendiente del teléfono móvil o hablando con alguien más. Es importante que pases tiempo con ellos, pero que sea tiempo de calidad. Por tanto, asegúrate de compartir tiempo con ellos estando plenamente presente, atento a lo que te dicen, a sus reacciones y emociones. De esta manera, no solo estarás estimulando su autoconfianza y autoestima ya que les harás sentir que importan, sino que estarás fortaleciendo la relación y creando experiencias que recordarán toda la vida.
2. Permite que jueguen libremente
El juego es esencial en la infancia. A través de la actividad lúdica, los niños descubren el placer de dedicarse a algo sin un objetivo concreto, por el disfrute que produce esa tarea en sí. El juego enseña a los niños a vivir plenamente presentes, a fluir con los acontecimientos y a experimentar cada detalle de lo que hacen. Además, es un excelente aliado para estimular su creatividad y dar rienda suelta a su imaginación. Por tanto, si quieres que tus hijos sean felices, anímalos a que jueguen, pero de verdad. Motívalos a que exploren y descubran el mundo por su cuenta, a que encuentren sus propias maneras de divertirse y se sientan libres de disfrutar de su entorno.
3. Anima a tus hijos a que sean auténticos
Si quieres que tus hijos sean felices, no intentes modelarlos a tu imagen y semejanza. Recuerda que cada niño es único, así que tómate el tiempo necesario para comprender sus fortalezas y debilidades, así como sus necesidades y sueños, de manera que puedas ayudarle a encontrar su propio camino y convertirse en una persona auténtica. Tu rol como padre/madre no consiste en imponerles a los niños una forma de hacer o pensar, sino en animarlos a descubrir la suya propia, a escuchar su voz interior y conectar consigo mismo. Enséñales a no compararse con los demás y así, les estarás ayudando a crear una autoestima a prueba de balas.
4. Motiva a los niños a pensar por su cuenta
Un niño feliz es un niño capaz de pensar libremente. Por tanto, si quieres que tus hijos sean felices, anímalos a pensar por su cuenta, a sacar sus propias conclusiones y a dar forma a sus propias ideas. Obviamente, es importante que aprendan a escuchar las opiniones ajenas y estén abiertos a valorar puntos de vista diferentes a los suyos, pero deben ser capaces de pensar por ellos mismos, sin dejarse influenciar por las personas que les rodean. Solo así se convertirán realmente en personas libres y auténticas que no temen mostrarse como son y que se mantienen en continuo crecimiento.
5. Fomenta un apego seguro
Los niños, sobre todo cuando son pequeños, necesitan saber que estarás ahí para ellos siempre que requieran tu ayuda. Necesitan saber que cuentan contigo y que les apoyarás en todo momento porque solo así podrán centrarse en descubrir su entorno y desarrollar todo su potencial. Por eso, es importante que propicies un apego seguro con el que los niños no solo se sientan protegidos, sino también cómodos para que puedan crecer de manera sana. Para ello, debes fomentar una buena comunicación cotidiana, de manera que los pequeños acudan a ti cuando se sientan inseguros o tengan un problema, pero también aprender a respetar su individualidad para que se sientan libres de contarte lo que les sucede.
6. Sé empático
Los niños también tienen preocupaciones, sienten miedo y sufren ansiedad. Sus problemas son diferentes a los de los adultos, pero esto no significa que sean menos importantes. Sin embargo, cuando les restas valor y minimizas las preocupaciones infantiles, les estás transmitiendo la idea de que sus inquietudes no son válidas y que no tienen valor. Por eso, si quieres educar a niños felices y sanos es importante que empieces a ponerte en su lugar y seas capaz de comprender el impacto que cada experiencia tiene en su mundo emocional. De esta manera, no solo acortarás distancias y reforzarás la relación, sino que, además, estarás mejor preparado para ayudarle cuando lo necesite.
7. Reglas sí, pero con mesura
Los niños necesitan reglas en su vida. Las reglas les ayudan a saber qué pueden o no hacer y le dan sentido a su mundo. Sin embargo, demasiadas reglas pueden terminar por asfixiar a los niños, limitando su derecho a expresarse libremente y a que su opinión sea escuchada. De ahí que, si quieres que tus hijos sean felices, es importante que apuestes por una crianza más respetuosa en la que tengas en cuenta las opiniones, necesidades y deseos infantiles. Obviamente, esto no significa malcriar a tus hijos, sino enseñarles a hacer valer sus derechos y transmitirles la idea de que todas las opiniones son igual de importantes, aunque no siempre tengan la razón.
8. Reconoce sus esfuerzos
Está bien reconocer los logros de los niños ya que así les haces saber que estás orgulloso/a de ellos y los animas a seguir adelante. Sin embargo, en la vida no siempre conseguimos lo que nos proponemos, a veces por más que nos esforcemos, fracasamos. Y no pasa nada, es parte del proceso de aprendizaje. Lidiar con la frustración que genera el fracaso también forma parte de la vida y cuanto antes los niños aprendan esta lección, antes empezarán a ser felices porque dejarán de culparse por sus equivocaciones. Una manera de enseñarles a lidiar con este tipo de situaciones consiste en poner el foco en el esfuerzo y no en la meta, en felicitarles por el empeño que han puesto en la tarea, incluso, aunque no hayan podido terminarla. Una forma de fortalecer su autoestima y seguridad en sí mismos.
9. Enséñales con el ejemplo
La felicidad es contagiosa. Así lo comprobó un estudio realizado en la Universidad de California en el que, tras estudiar durante 20 años a más de 5000 niños que se convirtieron en adultos, los investigadores hallaron que aquellos que estuvieron rodeados de personas felices experimentaron un mayor bienestar en comparación con quienes se rodearon de personas que no eran felices. Por tanto, si quieres educar a niños felices, comienza por ser feliz. Transmíteles esa buena energía, la alegría de vivir, la sensibilidad de disfrutar de los pequeños detalles y enséñales a sentirse agradecidos por todo lo que tienen en la vida.
10. Ámalos mucho, y demuéstraselo
Sin duda, la mejor manera de criar a hijos felices y sanos consiste en amarlos mucho, y demostrárselos cada día. Convierte los besos y los abrazos en el pan cotidiano y no te olvides de decirles “te quiero”. Sorpréndelos con un mensaje bonito junto al almuerzo escolar, dales unos mimos antes de ir a la cama o sorpréndelos con su comida favorita, cualquier pequeño detalle puede ser suficiente para recordarles cada jornada cuánto los quieres.
- Fowler, J. H., & Christakis, N. A. (2008). Dynamic spread of happiness in a large social network: longitudinal analysis over 20 years in the Framingham Heart Study. BMJ (Clinical Research Ed.), 337(dec04 2), a2338. https://doi.org/10.1136/bmj.a2338
Comentarios