Educación

Cómo crear un contrato de comportamiento para adolescentes

Tus hijos te mostrarán cuando están preparados para ser más responsables

[mashshare icons=»1″]

contrato comportamiento adolescentes
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

No es fácil saber cuando los hijos adolescentes están listos para darles más libertad. Existen riesgos relacionados con dar privilegios extra a los niños y adolescentes, pero también es cierto que no darlos puede hacer que seas un padre demasiado protector. Quizá tengas miedo a que tu hijo haga cosas que no debe y se ponga en peligro. Pero también puede que quieras asegurarte de que tu hijo tiene hábitos saludables como aprender a dormir por las noches, no llegar demasiado tarde a casa, etc. Un contrato de comportamiento para adolescentes puede ser una buena salida.

Un contrato de comportamiento te hará sentir más seguro/a a ti, pero también a tu hijo/a, ya sea porque quiere un teléfono, quedarse con los amigos más rato o estar solo en casa. Un contrato de comportamiento puede garantizar que tu hijo/a sepa exactamente lo que debe hacer para obtener ese privilegio o conservar los que ya tiene. Le ayudará a tener una buena estructura y saber qué esperas de él. Aprenderá a saber qué necesitar para estar seguro física y psicológicamente. Los contratos les ayudarán a aprender habilidades para la vida que le servirán ahora y siempre.

¿Cómo hacerlo?

Primero deberás tener una conversación con tu hijo sobre los privilegios que le gustaría ganar. Hazle preguntas del tipo; ‘Si quieres quedarte solo en casa, ¿cómo puedes demostrarme que serás lo suficientemente responsable para que no ocurra nada?’. Después, trabaja junto con tu hijo para desarrollar un plan que le ayude a demostrarte que es lo suficientemente responsable como para tener más libertad.

Es importante que tu hijo participe en el desarrollo del contrato pero mantén el control del proceso. Por ejemplo, no permitas que tu hijo te convenza para hacer tareas domésticas cada dos días y que esto es responsabilidad… Debe hacerlas cada día, pero sí tienes que escuchar lo que debe decirte, aunque sabiendo que siempre eres tú quien tiene la última palabra.

Para que no hayan confusiones ni malentendidos con el contrato debe quedar todo bien escrito, así podrás utilizarlo con recordatorios. Tendréis que hablar sobre las consecuencias positivas de cumplir con los términos del contrato, como; ‘Se te permitirá quedarte en casa solo’. Pero también tendréis que hablar sobre las consecuencias negativas diciendo algo como; ‘No podrás disfrutar de tus aparatos electrónicos durante 72 horas desde el incumplimiento del contrato’.

Permite que tu hijo tome buenas decisiones, no manipules las situaciones para que tome buenas decisiones ni tampoco le des nuevas oportunidades o entonces, el contrato no tendrá ningún sentido, ni validez, ni tampoco le ayudará a aprender nuevas habilidades para la vida.

contrato comportamiento

Evita tratar de convencer a tu hijo de cumplir con los términos del contrato. Si tu hijo no puede cumplir con los términos, te está demostrando que todavía no está listo para responsabilidades más serias o privilegios adicionales.

Ejemplos de contratos

Un pre adolescente de 13 años quiere tener redes sociales. Los padres desarrollan un contrato de comportamiento que dice que puede ganarse el privilegio de tener una cuenta cuando pueda mostrar más autodisciplina con sus aparatos electrónicos. Se le darán dos horas por día (en total) para usar sus dispositivos electrónicos y si deja de usarlos cuando se acaba su tiempo sin recordatorios consistentes durante dos semanas, podrá ganar una cuenta de redes sociales que deberá estar bajo vigilancia de padres y con una buena configuración de privacidad. Tendrá que seguir demostrando que puede cumplir con el límite de tiempo o perderá los privilegios.

Un adolescente de 16 años quiere llegar más tarde a casa. Los padres crean un contrato de comportamiento que dice que podrá venir una hora más tarde los viernes o los sábados por la noche si demuestra que es capaz de hacer su tareas domésticas y académicas a tiempo cada día y además, seguir con las reglas del hogar durante 14 días.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *