Cosas que los padres no tienen que hacer para evitar envidia en los hijos
Y que se pueden evitar perfectamente
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La envidia entre hermanos es casi como un instinto de supervivencia. Cuando un hijo está solo tiene todo el amor de sus padres centrados en él, y los niños dependen de ellos para todo lo que se necesita para sobrevivir. Cuando los padres responden hacia los hijos, transmiten seguridad, algo que es crucial para un desarrollo emocional saludable. Los bebés y los niños necesitan que sus padres les presten atención, que les abracen y que les calmen mientras lloran.
Pero cuando un niño deja de ser el centro de atención de los padres y pasa a ser el hermano mayor, es probable que se genere una cierta rivalidad y envidia entre hermanos. Es necesario que los niños mayores tengan una buena adaptación a la llegada del bebé y los bebés necesitan sentir el contacto de su hermano desde el momento que llegan a casa. Además será necesario que hables con el hermano mayor sobre el hermano pequeño y la inversa, lo que dices y el cómo lo dices será fundamental para ellos.
Es importante que no adules ni critiques a su hermano, simplemente explica y describe lo que su hermano está haciendo para que no se genere envidia. Por ejemplo una frase para no generar envidia sería: «Tu hermana está dibujando una imagen», y la frase que sí provocaría envidia y rivalidad sería algo como: «Tu hermana es muy buena dibujando, a ver si aprendes de ella».
Pero hay cosas que los padres hacen sin darse cuenta y que puede provocar envidia entre hermanos ya que los hijos pueden sufrir pensando que perderán el amor de sus padres o que sentirán que su hermano es mejor que ellos o el preferido de sus padres. Si esto ocurre puede provocar problemas en el desarrollo de la autoestima y de su personalidad.
No incluirle en las rutinas del bebé
A veces, por ir más deprisa es posible que los padres no incluyan a sus hijos mayores en las rutinas del bebé, algo que le hará sentirse desplazado al hermano mayor. Es imprescindible que los niños sientan que forman parte del nacimiento de su hermano y por eso desde el embarazo es necesario que formen parte. Inclúyele en la elección de la ropita del bebé, en la decoración del dormitorio, en las rutinas de aseo, etc.
Señalar sus errores más que sus aciertos
Es posible que al pasar a ser el hermano mayor, los padres quieran ver en él sólo la perfección. Pero esto no es así porque es un niño y también debe equivocarse para aprender. Los niños necesitan darse cuenta que los errores son oportunidades para mejorar y que sus padres estarán a su lado para poder guiarle en el camino.
Comparar a los hermanos
Cuando los niños son más grandes, es posible que los padres sin darse cuenta comparen a un hermano con otro y dejen entrever cuál de los dos es su favorito. Cuando esto ocurre el niño afectado sentirá que su autoestima se daña y que es menos que su hermano en todos los aspectos. Es necesario que no existan las comparaciones y que si existen críticas sean únicamente constructivas.
Hablar de él como si no estuviera delante
Hay veces que los padres hablan de sus hijos con otras personas cómo si no estuvieran delante o cómo si no escuchasen… pero sí lo hacen. Debes evitar hablar, comparar, criticar o alabar a un hermano y no al otro.
Así que si quieres que no exista rivalidad o envidia entre hermanos, será necesario que les trates por igual a ambos, que les incluyas a todos ellos en las rutinas y que tu amor hacia ellos no se divida, ¡se multiplique!
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