5 trucos para quitarle el pañal a tu hijo
Descubre cómo quitar el pañal más fácilmente con estos consejos
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Quitar el pañal es un hito importante en el desarrollo infantil. No solo implica una mayor comodidad para los padres sino que también representa un paso esencial en el camino hacia la independencia del niño. Una vez que el pequeño es capaz de controlar sus esfínteres estará preparado para asumir nuevos retos, a la vez que se sentirá más seguro de sí mismo. Sin embargo, lo que puede parecer una tarea sencilla, podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza si no se prepara al pequeño para ese momento. Por eso, te proponemos algunos consejos para que puedas quitarle el pañal a tu hijo sin traumas.
Consejos para retirarle el pañal a un niño
1. Involúcralo en el proceso
Hacer que el niño participe en el proceso de retirada del pañal es una manera sencilla y eficaz para enseñarle a controlar sus esfínteres y, además, inculcarle el sentido de la responsabilidad. Para lograrlo, explícale la importancia de dejar el pañal y dale pequeñas tareas que le permitan sentir que tiene un rol activo, como avisarte cuando sienta la necesidad de ir al baño o cambiarse las bragas o calzoncillos si los ensucia. De esta manera el pequeño se sentirá responsable por su progreso y se esforzará más por conseguir buenos resultados.
2. Motiva al niño
Si el pequeño asume el proceso de dejar el pañal como algo natural, tendrás un punto a tu favor. Por eso, es importante que no le impongas el cambio sino que lo motives a alcanzarlo. Puedes usar estímulos positivos, como comprarle unas braguitas o calzoncillos nuevos para que se anime a usarlos y mantenerlos secos o regalarle un orinal que se convierta en su “baño personal”. De esta manera, el niño tendrá un incentivo adicional que lo inste a seguir adelante.
3. Compra un orinal llamativo
Un truco muy efectivo para familiarizar a tu hijo con el orinal consiste en elegir un modelo que tenga un color intenso y una forma original. Puedes apostar por un orinal que tenga su dibujo animado preferido o uno más clásico con colores llamativos. La idea es que al pequeño le llame la atención el orinal y se motive a acercarse e incluso a jugar con él. De hecho, puedes colocar el orinal en un sitio de fácil acceso para el niño como el salón o su habitación para que se vaya acostumbrando a verlo. Una vez que el pequeño esté familiarizado con el orinal, te resultará más fácil enseñarle.
4. Elogia sus logros
Reconocer los pequeños avances del niño es una estrategia muy efectiva para motivarlo a que continúe esforzándose. Además, le ayuda a sentirse más seguro de sí mismo, a la vez que se convierte en un estímulo para proponerse nuevas metas a largo plazo. Cada vez que logre avisarte a tiempo y haga pis en el orinal puedes felicitarlo diciéndole: “Muy bien, ya te estás haciendo un niño grande”. Y cuando logre dar pasos más importantes, como pasar del pañal a las braguitas o calzoncillos de aprendizaje, puedes recompensarlo haciéndole su dulce favorito o llevándolo a dar un paseo para celebrar su logro.
5. Convierte los cuentos en tus aliados
La mayoría de los niños adoran los cuentos infantiles, más aún cuando se los leen sus padres. Así que puedes aprovechar esta oportunidad para narrarle cuentos sobre otros niños que han dejado los pañales. Aunque el pequeño no haya desarrollado del todo su capacidad comprensiva, captará el mensaje y seguramente se animará a imitar al protagonista de la historia. Existen muchísimos cuentos que puedes escoger como: ¿Quién ha visto mi orinal?, de Mij Kelly, el Libro de los Culitos y Puedo mirar tu pañal, de Guido van Genechten, o Un pis, de Lemaitre Moëlle i Pascual.
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