Consejos para que los niños no pasen frío en la nieve
Abriga a tus hijos para que no pasen frío
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Muy pocos niños se quejan por el frío cuando salen a jugar en la nieve ya que normalmente están distraídos y ni siquiera se percatan de que la temperatura baja. Precisamente por eso, es importante que les abrigues bien ya que de lo contrario pueden pescar un resfriado. De hecho, debes tener en cuenta que la hipotermia es más común en los niños ya que la capacidad de su cuerpo para regular la temperatura aún no se ha desarrollado por completo. Esto significa que cuando hay frío el cuerpo de los niños no puede generar el calor suficiente.
¿Cómo vestir a los niños para que se sientan cómodos y no pasen frío?
Pídele que te avise cuando se moje
Uno de los principales problemas de jugar en la nieve es que el niño casi siempre termina mojado. Por eso, es importante que le expliques que debe avisarte cuando se moja para detener el juego y cambiarse. En todo caso, recuerda que los niños pequeños, de menos de 4 años, no suelen tener la fuerza muscular y la coordinación suficiente como para caminar bien sobre la nieve, por lo que es recomendable que esperes hasta que sea mayorcito para practicar cualquier deporte invernal o emprender una excursión.
Vístele con varias capas
La mejor manera para protegerse del frío consiste en vestirse por capas. De hecho, si solo recurriéramos a un abrigo muy aislante, cuando la temperatura aumente podríamos estar en problemas. Por eso, es recomendable que el niño use varias capas de ropa, que se pueda quitar y poner según varíen las condiciones y que brinden el mejor aislamiento pero que a la vez le ayuden a mantener una temperatura corporal agradable.
La ropa interior debe ser de algodón
El algodón no solo es más suave al tacto y disminuye las rozaduras sino que también favorece la transpiración. De hecho, debes tener en cuenta que con tantas capas de ropa, es normal que el niño sude al jugar. Si el tejido no es transpirable, el sudor terminará pegándose al cuerpo y generando la sensación de frío y humedad, que favorece la hipotermia y los resfriados. Por eso, es conveniente que elijas una camiseta ligera de manga larga y unos calcetines térmicos y transpirables.
Apuesta por los jerséis finos
Ten en cuenta que lo más importante es que el niño se sienta cómodo y tenga libertad de movimientos, por lo que los jerséis de lana demasiado gruesos suelen ser incómodos y les hacen sudar. Por eso, es mejor apostar por jerséis más finos, preferentemente de cuello alto para que protejan la garganta sin tener que recurrir a la bufanda ya que normalmente esta termina en la nieve, empapada de agua.
Siempre con abrigo y pantalones impermeables
Para proteger al niño de la humedad ambiental y la nieve, lo ideal es que el abrigo y los pantalones sean acolchados e impermeables. Los pantalones deben ser ajustados al tobillo, para que no entre el agua, y es mejor apostar por un anorak que tiene capas internas de tejidos que aíslan de la humedad.
Nunca sin los gorros y las manoplas
Si hay mucho frío, lo ideal son los gorros de forro polar, que también tapen parte del cuello y las orejas. Además, cerciórate de que el niño usa unas manoplas, preferentemente impermeables ya que de lo contrario terminarán empapadas. De hecho, las manoplas son más cómodas que los guantes porque tienen menos costuras, lo cual también limita la humedad.
Las botas deben tener un forro interno
Aunque la mayoría de las personas recurren a unas botas de agua, lo cierto es que como estas tienen una suela de plástico, el frío las atraviesa rápidamente. Por eso, para mantener protegido al niño es recomendable que lleve unas botas de suela más gruesa y con un forro interno que mantenga el calor.
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