Conseguir que el niño duerma en su dormitorio
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La primera pregunta que debes contestar es: ¿realmente quieres que tu hijo duerma en su dormitorio? Y tu hijo, ¿quiere dormir en su dormitorio? Si ambas respuestas son afirmativas, entonces, será necesario empezar a ver qué hacer para que el niño pueda dormir solo en su dormitorio, ya que no siempre es tarea sencilla, sobre todo si desde siempre han dormido con sus padres. Aunque también puede ser que hayan miedos u otos problemas que hace que el pequeño prefiera dormir acompañado que solo.
Las rutinas son y serán siempre tus grandes aliados
Las rutinas son indispensables para todos los niños (y también para los adultos). Los niños necesitan sentir la seguridad y el confort que las rutinas aportan a sus vidas, además las rutinas ayudan a que los días sean más organizados, aunque en ocasiones se deba recurrir a la flexibilidad. Dormir en el dormitorio es una rutina más que los niños deben querer hacer.
En la actualidad existen métodos como el del famoso Estivill (y lleno de controversia), aunque también existen otros métodos, siempre basados en técnicas conductistas que pueden hacer que el niño o niña realmente lo pase mal. Hay padres que optan por los métodos conductistas para conseguir resultados rápidos pero ignoran el daño emocional que pueden tener sus hijos. Por eso, si quieres que tus hijos duerman solos en su dormitorio, lo más importante es que se creen rutinas basadas en el cariño y en el respeto a las necesidades de los pequeños, teniendo paciencia y sobre todo, centrándose en la disciplina positiva.
Qué debes tener en cuenta
Lo primero que debes tener en cuenta si tu hijo se resiste a dormir solo en su dormitorio es que no debes enfadarte. Si te enfadas tu hijo sabrá que no durará para siempre y que conseguirá dormir contigo de nuevo o que cederás a sus pretensiones. Es necesario estimularle a través de incentivos positivos e incluso, hacer una tabla de puntos para que se motive y además, para que vea su progreso diario.
Es más, es posible que al principio tu hijo tenga algunos miedos, es totalmente normal. Respeta y entiende estos miedos. Para que tu hijo se sienta más confiado y seguro, no le niegues una pequeña luz tenue para que pueda ver lo que hay a su alrededor. Es necesario que para que se acostumbre a las rutinas le acuestes siempre a la misma hora y siguiendo el mismo orden de actividades tranquilas antes de meterle en la cama. Además, si se despierta a mitad de noche intranquilo y demanda tu atención, no le ignores. Necesita de tu apoyo y amor para poder calmarse de nuevo y conciliar el sueño sabiendo que todo está bien.
También es importante que por lo menos una hora antes de dormir se empiecen a reducir los estímulos y distracciones, para que el ambiente sea calmado e incite al descanso. Además, todo lo que tenga que ver con televisión, tablets o cualquier dispositivo electrónico deberá ser también retirado. Cuando tu hijo esté en la cama, ves reduciendo de forma gradual tu presencia, sobre todo cuando esté empezando a quedarse dormido.
Si es necesario puedes permitirle que incorpore en su cama algún objeto que le ayude a calmar sus miedos como una mantita para dormir. Se sentirán más seguros y acompañados durante todo el tiempo. Además, si quieres que tu hijo esté más tranquilo, puedes decirle que irás a ver cómo está y puedes acudir a su dormitorio primero cuando pasen 5 minutos e ir aumentando el tiempo hasta que esté totalmente dormido. Así sentirá que estás a su lado y que no te has marchado del todo.
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