El comportamiento agresivo a causa de la ansiedad en los niños

La ansiedad puede ser un gran problema cuando los niños lo padecen, si a un adulto le cuesta hacer frente, imagina a un niño que aún no es capaz de entender el origen de sus emociones. En los niños puede influir en su comportamiento y mostrarse con una distancia emocional hacia sus seres queridos. o quizá se puede mostrar más agresivo o con rabietas.

Cuando un niño está bajo la influencia de un cerebro ansioso, su comportamiento no tiene nada que ver con el deseo de romper los límites establecidos, en muchas ocasiones no quieren hacer las cosas mal pero sienten la impulsividad de hacerlo porque su cerebro está en modo alerta: con ansiedad y estrés.

El comportamiento agresivo a causa de la ansiedad

Si pudiéramos entender qué ocurre en la cabeza de un niño cuando la ansiedad se apodera de él, entonces podrías comprender cómo su comportamiento tiene sentido. Seguramente querrías abrazarle y llevártelo lejos de todo para que pudiera calmarse y conectar consigo mismo. Por supuesto, esto no quiere decir que el mal comportamiento esté justificado. Su comportamiento agresivo tiene sentido: está padeciendo ansiedad. Es importante hacerles saber esto pero es necesario que aprendan que también habrán mejores opciones que se pueden hacer para que él se sienta mejor sin necesidad de tener un mal comportamiento.

Cuando los niños son capaces de comprender por qué hacen lo que hacen, entonces estaréis en el buen camino para encontrar una respuesta. En este punto el adulto tiene un papel primordial… los padres, abuelos y maestros (o cualquier persona cercana al niño que pueda responder a su comportamiento causado por la ansiedad en lugar de pensar que es una conducta «traviesa» o «normal en niños») deberán ayudarles a encontrarse más sanos, fuertes y a aprender a responder de una forma más sana y menos agresiva al mundo.

Todos los niños son capaces de hacer esto, para la oscuridad de la ansiedad puede robarles la capacidad de concentración suficiente para poder hacerlo. Es necesario entender esto para poder ponerle fin.

¿Es ansiedad o agresividad infantil?

La ansiedad ocurre cuando una parte del cerebro (la amígdala) detecta problemas. Cuando detecta una amenaza (real o imaginaria) aumentan repentinamente hormonas en el cuerpo como el cortisol (la hormona del estrés) y la adrenalina para hacer al cuerpo más fuerte, rápido y potente. Esta es la respuesta de lucha o huida y nos ha mantenido con vida durante miles de años a los seres humanos.

Un cerebro sano es un cerebro sobreprotector y si nota amenazas activa el botón de de pánico, sólo por «si acaso». Cuando esto sucede a menudo puede aparecer ansiedad por ansiedad. Una de las cosas terribles acerca de la ansiedad es la forma en la que se pone en marcha sin previo aviso y muchas veces sin necesidad, algo que hace que el cuerpo entre en modo de lucha o huida cuando está «desprevenido».

Los niños con ansiedad

Para los niños con ansiedad cualquier situación que es nueva se le puede hacer difícil y estresante y para ellos puede ser como una amenaza potencial. La respuesta de lucha o huida se realiza automáticamente y de forma instantánea enviando neuroquímicos que surgen a través de los cuerpos preparándolos para la lucha o la huida.

Cada síntoma físico que viene con la ansiedad (palpitaciones, piel fría, sudores, vómitos, etc.) es debido al surgimiento de estos neuroquímicos. El final natural de la respuesta de lucha o huida es una actividad física intensa. Si la amenaza fuese real, estarían los niños luchando por sus vidas y correrían, pero cuando no hay necesidad de luchar o huir, no hay nada que provoque quemar las sustancias neuroquímicas y se acumulan, causando los síntomas físicos de la ansiedad.

Si un niño se comporta agresivamente es probable que tenga ansiedad y es necesario fijarse si también tienen conductas por evitación, dolores de estómago, dolores de cabeza, rabietas con patrón u otros síntomas que delaten que su comportamiento agresivo es por ansiedad.