¿Tu hijo o hija tiene el complejo de Edipo o Electra?
Te contamos qué es el complejo de Edipo y Electra y cómo puedes saber si tu hijo/a lo padece
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Los niños, a lo largo de su desarrollo, pasan por etapas muy variadas en las que suelen mostrar más afecto a uno de los progenitores. Sin embargo, si estas no se mantienen en el tiempo, no hay nada de lo que preocuparse. Ahora bien, a veces, algunas de estas condiciones afectivas se estancan y pueden causar graves daños al vínculo familiar, por lo que deben ser reconocidas y tratadas a tiempo. Una de estas condiciones es el conocido complejo de Edipo o síndrome de Edipo y el complejo o síndrome de Electra.
¿Qué es el síndrome de Edipo y Electra?
El complejo de Edipo es un concepto psicoanalítico propuesto por Sigmund Freud que describe una fase del desarrollo psicosexual en la que los niños experimentan sentimientos amorosos (y sexuales) hacia la madre y rivalidad hacia el padre. Este complejo va más allá de lo que se considera la fase de “mamitis” y puede tener consecuencias negativas tanto a nivel psicológico del niño como en la relación de pareja y familiar.
Las niñas también experimentan las mismas fases de desarrollo psicosexual y, por ende, también pueden pasar por una fase de “papitis” aguda, la cual se conoce como el síndrome de Electra. En este caso, el deseo de la niña genera un rechazo a la madre y deseos intensos de mantener una relación con el padre.
El síndrome de Edipo y Electra comparten causas, síntomas y tratamiento y pueden ser causantes de un grave deterioro de las relaciones familiares, así como del apego positivo. Por ende, debe ser diagnosticado y tratado para que los niños y niñas puedan seguir madurando adecuadamente.
Estos síndromes no se pueden considerar una enfermedad o un trastorno, sino más bien son una fase normal del desarrollo psicosexual de los niños, que ocurre aproximadamente entre los 3 y los 6 años de edad. Sin embargo, si estos síntomas son extremos o persisten pasada la edad considerada como normal, pueden indicar problemas psicológicos subyacentes.
Síntomas del síndrome de Edipo y Electra
Algunos de los síntomas que se pueden observar en los niños que pasan por esta fase son:
- Interés excesivo por el padre o la madre del sexo opuesto.
- Celos hacia el padre o la madre del mismo sexo.
- Identificación con el padre o la madre del mismo sexo.
- Fantasías de tener una relación amorosa con el padre o la madre del sexo opuesto.
- Sentimientos de culpa y vergüenza por los sentimientos amorosos hacia el padre o la madre del sexo opuesto.
- Agresividad y hostilidad hacia el padre o la madre del mismo sexo.
- Ansiedad y temor a la castración.
Tratamiento del síndrome de Edipo o Electra
Ante fases agudas de “papitis” o “mamitis”, los padres deben estar muy pendientes del comportamiento de sus hijos para evaluar hasta qué punto se puede considerar normal. En el caso de ver comportamientos extremos y poco apropiados es importante que los padres busquen ayuda psicológica para el niño.
Un psicólogo infantil hará una evaluación del niño o niña y determinará si el grado de “atracción” está dentro de los parámetros considerados normales y sanos. En caso contrario, podrá iniciar un tratamiento para que el niño o niña no desarrolle más síntomas o estos persistan en su edad adulta, momento en el que pueden representar muchos problemas a la hora de relacionarse y mantener relaciones estables.
¿Qué pueden hacer los padres en casa ante el síndrome de Edipo o Electra?
Lo que los papás y mamás pueden hacer en casa para evitar estos síndromes es mantenerse siempre firmes al lado de su pareja. La unión en la pareja es vital en este momento, así como también lo es evitar ciertos comportamientos de los niños. Algunos de estos comportamientos son los siguientes:
- Nunca permitir los besos en la boca u otros comportamientos que deben darse estrictamente dentro de la pareja.
- No se puede obligar al niño a estar con su padre o madre directamente, pues acrecentaría la rivalidad y la hostilidad. En este caso, es fundamental hacer una transición suave entre los períodos que el niño debe pasar con cada progenitor.
- Actuar desde el primer momento: debemos ser conscientes de lo que es el apego seguro y saberlo diferenciar de estos síndromes. Por ello, resulta crucial asesorarse sobre qué comportamientos suelen considerarse correctos y los que no.
Dicho lo anterior, los padres deben tener la mente abierta y ser realistas. Esto quiere decir que los comportamientos poco adecuados deben ser comprendidos por ambos progenitores y deben tratarlos conjuntamente. Si un progenitor niega estos síntomas (o no quiere verlos), estos irán incrementando en el tiempo, pudiendo desarrollar el niño una personalidad antisocial.
Consecuencias del síndrome de Edipo o Electra sin tratar
Si los complejos de Edipo y Electra no son tratados correctamente en la infancia, estos podrían tener consecuencias a largo plazo:
- Dificultades en las relaciones interpersonales: la persona puede tener dificultades para establecer relaciones saludables y satisfactorias, ya que puede tener expectativas poco realistas y patrones de conducta inadecuados basados en su relación con los padres.
- Problemas emocionales: de mayores, los niños con estos Síndromes pueden experimentar ansiedad, depresión, estrés y otros problemas emocionales relacionados con sus sentimientos hacia sus padres o hacia sus parejas románticas.
- Problemas sexuales: se hacen patentes problemas para establecer relaciones sexuales satisfactorias y saludables, ya que pueden existir sentimientos ambivalentes y confusos hacia sus padres o parejas.
- Inhibición sexual: aparece mucha inseguridad y la persona puede sentirse cohibida en cuanto a su vida sexual, lo que puede llevar a una inhibición sexual.
- Conflictos internos: los niños que no han superado estos complejos pueden llegar a sentir sentimientos de culpa, vergüenza y ansiedad sobre sus sentimientos hacia sus padres, lo que puede llevar a conflictos internos y una baja autoestima.
El complejo de Edipo es un grave problema que puede afectar muy negativamente al niño en su edad adulta, además de causar problemas en las relaciones con sus progenitores desde edades tempranas. Por ello, es importante que los padres estén pendientes de las señales que pueden indicar un exceso de sentimientos hacia cualquiera de ellos.
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