Sostener al bebé en brazos no hará que se malacostumbre

Muchas personas piensan que cuando los padres cogen continuamente en brazos a su bebé, estos terminan malacostumbrándose. De hecho, hay quienes van un paso más allá y creen que los bebés utilizan el llanto para manipular a sus padres y conseguir que les cojan en brazos. Sin embargo, en realidad se trata de un mito ya que los bebés no tienen la capacidad de manipular a sus padres, al menos mientras son pequeñitos.

Lo cierto es que el llanto es la única herramienta que tienen los bebés para comunicarse con sus padres. Por tanto, cuando lloran simplemente están expresando sus necesidades, lo mismo si tienen hambre, sueño o si se sienten incómodos. Por eso, cuando el bebé llora y los padres acuden para ver qué le sucede, lo que hacen es alentar la comunicación y hacer que el pequeño se sienta protegido y cuidado.

En cambio, cuando los padres dejan que el bebé llore le están transmitiendo otro mensaje, es como decirle que sus necesidades no son importantes, lo cual genera un gran estrés en el pequeño y hará que cuando crezca, se convierta en una persona insegura y demandante de afecto.

Por otra parte, cuando el llanto no se calma, en el cerebro del bebé se genera una gran cantidad de cortisol, el cual puede llegar a dañar las conexiones entre las neuronas, si esta situación se repite muchas veces a lo largo de sus primeros años de vida.

Estar en brazos, el mejor calmante para los bebés

Un estudio publicado en la revista Current Biology desveló que cuando los bebés están en brazos de sus padres experimentan una reducción de la actividad del sistema nervioso y motor, a la vez que disminuye su frecuencia cardíaca. Esto explica por qué los bebés se sienten más tranquilos y se calman rápidamente cuando sus padres los cogen en brazos, aunque este no es el único beneficio.

También se ha demostrado que el contacto físico es vital para el desarrollo de los niños durante los primeros meses de nacido ya que cuando el bebé está cerca de sus padres se siente más seguro y protegido. De hecho, los bebés cuyos padres les cogen en brazos con frecuencia aprenden a regular mejor sus emociones, a interactuar con las personas que les rodean y se sienten más confiados. Lo cual explica por qué estos bebes logran conciliar mejor el sueño, duermen más y desarrollan mejores habilidades sociales cuando crecen.

¿Cómo evitar que el bebé ‘manipule’ a sus padres cuando crezca?

Algunos pediatras afirman que a partir de los seis meses el llanto de un bebé puede adquirir un carácter manipulador. En realidad, es difícil establecer una edad exacta pero no hay dudas de que los pequeños pueden aprender a utilizar determinados comportamientos para ‘manipular’ a los adultos y conseguir su atención.

En cualquier caso, dejar que el bebé llore y no sostenerlo en brazos no es conveniente porque podría tener un efecto contraproducente y generar malestar en el pequeño. Sin embargo, permitir que el niño manipule a sus padres tampoco es una buena solución.

Es imprescindible encontrar un punto intermedio entre lo que el bebé necesita y las normas a las que debe adaptarse. Lo normal es que cuando el niño empiece a utilizar el llanto como estrategia para ‘manipular’ a sus padres, estos se den cuenta de ello y sean capaces de identificar cuando se trata de una necesidad real o de un simple reclamo. Por tanto, en caso de que el llanto sea una artimaña para solicitar la presencia de los padres, es conveniente acudir a su llamado y calmarlo, pero sin sostenerlo en brazos. En cambio, cuando se trata de un llanto auténtico sostenerlo en brazos y hablarle con voz baja y serena es la mejor estrategia para tranquilizarlo.