Claves para una buena comunicación con los hijos
Priorizar la comunicación con los hijos para cuidar el vínculo padres e hijos
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Muchos padres opinan que la comunicación con los hijos es algo que ocurre de forma natural y que durará para siempre. Si bien es cierto que la comunicación con los hijos puede ocurrir de forma natural gracias al desarrollo evolutivo y a las ganas de los pequeños de conectar y comunicarse con los padres, es obligación de los padres que la comunicación sea la adecuada desde que los niños son pequeños y a medida que vayan creciendo.
Los padres son los responsables de que los hijos aprendan a comunicarse adecuadamente con los demás y con el mundo que le rodea y sobre todo, a conectar emocionalmente con ellos. Pero, ¿cómo se puede conseguir que exista una buena comunicación con los hijos? ¿Qué se debe hacer para cultivar la comunicación para que a medida que vayan creciendo siga manteniéndose fuerte y existiendo buen vínculo emocional?
Conecta con tu hijo
Es muy importante conectar con tu hijo emocionalmente pero también de forma física. Si quieres tener una buena comunicación con tu hijo deberás establecer contacto físico (tocarle un hombro) y también visual. Si tu hijo es pequeño deberás bajar a su nivel o sentarte en la mesa con él para poder conversar adecuadamente, así también le estarás mostrando lo que deben hacer: le muestras buenos modales que le ayudarán a escuchar a otros. Decir su nombre hasta obtener contacto visual es clave, sobre todo cuando quieres ordenarle algo. Es importante que tu hijo sienta que le estás dando tu atención, así estarás modelando esa misma conducta.
Usa un buen tono
Cuando los maestros gritan demasiado en la clase e intentan hablar por encima del ruido de los niños, puede convertirse en una pesadilla para todos, tanto es así que los niños dejarán de escuchar lo que el maestro les dice. Lo mismo ocurre en casa, si un padre siempre está gritando el niño al final dejará de escucharle por miedo o por aburrimiento.
No hay que gritar a los niños. Si estás nervioso/a, cuando te hayas calmado empieza a hablar con él. Si utilizas el volumen de voz apropiado tu hijo querrá comunicarse contigo, si no lo haces, no querrá estar a tu lado porque estarás intoxicando el ambiente. Gritar o dar órdenes desde otra habitación siempre caerá en saco roto porque nunca parecerá que es algo demasiado serio. Si quieres comunicarte bien con ti hijo, ves a su lado y habla con él de forma directa así, estarás modelando un comportamiento respetuoso.
El poder de las opciones y alternativas
Sugerir opciones y alternativas es la mejor forma de conseguir que tus hijos cooperen contigo y ellos entenderán de forma más fácil qué es lo que esperas de ellos en un momento determinado. Los niños necesitan ver la importancia de por qué deben seguir tus órdenes. Por ejemplo: «Cuando recojas los juguetes, iremos al parque juntos», «¿Qué jersey te quieres poner el rojo o el verde?», «Cuando termines los deberes, podrás ver un poco la televisión», ¿Cuál de los dos libros prefieres leer?», etc.
Mediante el uso de palabras como «cuándo» o «qué prefieres» hará que un niño sienta que él tiene opciones y el poder de escoger lo que realmente le interesa aunque haya poco espacio para la negociación. Además, cuando haya algún problema o dilema, es necesario incluir a los niños para que ellos también puedan resolverlo, así le estarás enseñando grandes lecciones en su vida de resolución de conflictos. Es necesario ofrecer alternativas en lugar de decir que no a todo o de ser demasiado severo en las órdenes, por ejemplo: «La pared no es lugar para pintar, pero puedes hacerlo en la libreta».
Recuerda que es muy importante que priorices la comunicación con tus hijos, que les aceptes y respetes su forma de hablar contigo, háblales con un lenguaje que puedan entender, sé un buen ejemplo de comunicación con asertividad y sobre todo, sé flexible y comprensivo… ¡tus hijos aprenderán mucho sobre comunicación gracias a ti!
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