Claves en la crianza de un/a hijo/a adolescente
La adolescencia puede ser difícil pero es mágica
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Es posible que si tienes un/a hijo/a adolescente quieras abrir y cerrar los ojos y que ésta etapa tan complicada se pase y se convierta en una persona adulta racional y sin tantos cambios de humor. No te preocupes, este comportamiento es normal y además necesario para que los adolescentes puedan evolucionar. Los adolescentes deben establecer su identidad y formar su personalidad para hacerse hueco en el mundo.
Los adolescentes quieren independizarse de sus padres para sentir que tienen el control de sus vidas. No es fácil conseguir que la relación con el adolescente sea adecuada e idílica, pero es importante que te sienta a su lado todo el tiempo. Todos los padres también fuimos adolescentes y una manera de entenderles es recordando nuestra propia adolescencia: es un tiempo de aprendizaje y crecimiento para todos nosotros.
Los adolescentes utilizan la línea entre la infancia y la edad adulta como una transición pero es que realmente no puede ser de otra manera. Es necesario tener en cuenta algunas claves para la crianza en la vida de los adolescentes y que la relación entre padres e hijos no se rompa.
A veces no hay que hacer nada
Como cualquier otra cosa, luchar por lo que se cree a veces debe tener menos que ver con el impulso y mucho que ver con la posición. No es señal de conformidad, sino que se debe a mantenerse firme. A veces se trata de dejar que los argumentos y las emociones fuertes queden a un lado o detrás de ti, para poder ver los problemas cómo son, libres de juicios y solo para conseguir estar bien.
Escuchar es más importante que tener la razón
Es muy importante que los adolescentes se sientan escuchados en todo momento, porque de éste modo se sentirán respetados. Escucha lo que piensan, lo que quieren y por qué es importante para ellos. No tengas miedo de cambiar de opinión una vez que hayas escuchado todo lo que tienen que decir. A veces, por supuesto, estarás más seguro en saber que tu decisión es la correcta. Cuando los adolescentes se sienten en pleno derecho de manifestarse, lo más probable es que sea más capaz de confiar en que tu decisión es la correcta y que estás para guiarle.
Hay una línea entre la infancia y la vida adulta: es la adolescencia
Los adolescentes tendrán momentos infantiles y otros momentos que parecerán totalmente adultos. Los problemas surgen cuando hay un desacuerdo sobre cómo se comporta y cómo debería comportarse. Los adolescentes quieren su independencia y no quieren perder el control. Queremos que tengan más responsabilidad pero no confiamos totalmente en ellos… entonces se crea el conflicto. Los adolescentes se pueden sentir confundidos, ellos necesitan paciencia, información, orientación y apoyo. Tus hijos necesitan sentir la confianza suficiente para hacer lo que tienen que hacer. A veces las cosas se ponen difíciles pero es necesario que seas su guía en mitad de la selva.
Separa a tu hijo/a de su comportamiento
El comportamiento en muchas ocasiones no va unido con la persona y es un error creer que al rechazar el comportamiento también debes rechazar a la persona. Esta no es una buena manera de trabajar la conducta. Si separas el comportamiento de la persona podrás establecer una mejor comunicación. Por ejemplo le puedes decir algo así como: ‘No entiendo lo que estás haciendo, pero seguramente tengas una buena razón para esto. Lo que también sé es que hay otra forma más apropiada para conseguir tu objetivo, solo tenemos que averiguar lo que necesitas y las posibilidades que tenemos’.
¿Cuáles claves crees que son importantes?
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