Una carta para las mamás que piensan que lo hacen mal
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Querida nueva madre,
Te has convertido en mamá, y tienes por delante de ti un camino que te durará toda la vida. Es posible que mientras andas por el sendero de la maternidad, hayan momentos en los que te sientas tremendamente sola. No es sencillo ser madre primeriza, ni tampoco madre experimentada. La realidad es que serlo es maravilloso, y los hijos te aportan cosas maravillosas que no habrías conocido de otro modo que trayendo a tu lado a esos pequeños seres mágicos llenos de amor. Pero al mismo tiempo, la maternidad está llena de preocupaciones, es cansada, frustrante y a veces incluso, parece imposible.
Los bebés lloran mucho, los niños se quejan y los adolescentes son irascibles. ¿Quién te lo iba a decir? Nadie. Porque la maternidad no viene con un manual de instrucciones que te diga que estás haciendo las cosas bien o mal. Es posible que te veas decenas de veces durante el día intentando descubrir qué le pasa a tus hijos, cuáles son sus necesidades y qué puedes hacer para ayudarles en ese momento. Y tú, haces lo que puedes y cómo sabes hacerlo. Y solo por eso, jamás deberás sentirte como una mala madre.
Nadie te dijo que fuese fácil, ni tampoco lo dura que es la depresión postparto, nadie te explicó que la lactancia materna es tan complicada y que la crianza de los hijos parece un campo de minas constante. Es posible que otras madres te hicieran creer que la maternidad era fácil, pero es que ellas no te mostraban la verdad, solo te enseñaban la parte de fuera, esa que brilla un poco más. La parte oscura se la reservan, esa en la que las noches se hacen interminables, en las que se encuentran mal por dormir pocas horas, en las que el cansancio puede con ellas o los dolores musculares parece que durarán toda la vida. No, esa parte no te la cuentan… Pero no te preocupes, porque aquí estoy yo para contártelo.
Llorarás. Porque en la maternidad se llora, y no, no tienes que pasarlo sola. Habrá ocasiones en los que te sientas fracasada, pero es solo eso, un sentimiento… Porque no es real. No eres un fracaso de madre, ¿sabes por qué? Porque haces lo que puedes y sabes por el bien de tus hijos en cada momento. Porque piensas en cómo estar bien para poder ser feliz para tus hijos. Y no. No cambiarías nada, ya no. Ellos son lo más maravilloso de tu vida, y el amor que sientes no se puede describir con palabras, porque simplemente es inmenso. Esto solo se sabe cuando se es madre. Tu vida sin hijos, ya es cosa del pasado.
No hay ningún libro que te explique cómo criar a tu hijo, porque él es único. La única forma de saber criar a los hijos es conocerlos, y eso querida mía, lleva tiempo. Si lloran no es un fracaso, si la lactancia materna no funciona, tampoco lo es, si lloras porque estás agotada, tampoco es un fracaso. Todo esto, es normal. Y todas las madres del mundo nos sentimos así antes o después. Créeme, no estás sola en esto.
Eres buena madre porque estás aprendiendo a serlo. Ser madre se trata de sobrevivir y de intentar hacerlo mejor cada día, de buscar ayuda si se necesita… Y de repente, ahí estarás, al lado de tus hijos, haciéndolo bien y viendo los frutos en su comportamiento y en el desarrollo de su personalidad. Porque la vida, es aprendizaje para ambos. Estás haciendo lo más valiente de esta vida y es normal no tener todas las respuestas.
Eres fuerte, valiente y ¿sabes qué? Lo estás haciendo bien.
Un abrazo.
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