Cómo cambiar los roles de género en las familias actuales
Así los niños aprenderán la verdadera realidad
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La vida está cambiando, esto lo sabemos todos. Aunque aún hay culturas que se empeñan en quedarse como retrógrados y con pensamientos bastante obsoletos, la realidad es que la vida sigue hacia adelante y los roles de género cambian, les guste a más o menos personas. Desde factores económicos a psicológicos, cada vez son más los motivos que harán que los roles se cambien para equilibrar las necesidades entre el trabajo y la familia.
En la actualidad existen problemas de comunicación en la pareja que harán que choquen entre sus expectativas y su realidad con respecto a los roles de género. En las parejas heterosexuales suele haber más problemas, porque parece que sigue demasiado anclado el rol de la mujer en el cuidado de la casa y los niños (aunque trabaje) y el del hombre como portador de dinero al hogar. Esto puede generar graves conflictos y que la paz en la familia se distorsione por completo… Pero afortunadamente esto poco a poco, va quedando atrás en las familias actuales y así debe seguir para que pueda pasar de generación en generación este cambio de roles.
Más que un cambio, es un equilibrio
Más que un cambio de roles es encontrar el equilibrio en el hogar. Porque no se trata de que la mujer trabaje y el hombre cuide de la casa, esto sería un cambio. Se trata de encontrar el equilibrio para adaptarse a las circunstancias familiares de cada uno. Adaptarse al horario familiar y que ambos en la pareja tengan las mismas responsabilidades o al menos, de forma equitativa en cuanto al trabajo y tareas del hogar.
Desde nuestros primeros días en este planeta, internalizamos toneladas de mensajes sobre lo que debemos pensar, sentir y hacer sobre la base de si habitamos un cuerpo masculino o en un cuerpo femenino. Cuando las realidades de las vidas están alineadas con los mensajes de género que nos están dando, todo parece maravilloso. Pero con demasiada frecuencia los mensajes terminan siendo prisiones, restringiendo y limitando nuestro potencial.
Uno de los secretos de una relación romántica feliz es ser consciente (y capaz de hablar) de todos los mensajes culturales sobre el género que tanto tú como tu pareja habéis interiorizado. Cuando se trata de género y matrimonio, los mensajes son más fuertes en la sociedad. Nuestra cultura tiene mucho que decir sobre lo que deben hacer las ‘buenas esposas’ y lo que deben hacer los ‘buenos maridos’, especialmente sobre el equilibrio entre el trabajo y la familia.
Es necesario crear una historia familiar para que ambas partes de la pareja tengan protagonismo y colaboren de forma activa por el bien familiar y el bien común.
Cambiar el paradigma
Es necesario cambiar el paradigma y pensar en la necesidad familiar de aportar ingresos al hogar, la necesidad de convertir esos ingresos en recursos en forma de bienes y servicios. Es bastante simple… No es adecuado hacer cosas raras para no cumplir estas necesidades básicas. La primera necesidad es la responsabilidad tanto de hombres como de mujeres y la segunda, cumplirlas. No hay un valor más alto en la responsabilidad de los hombres ni un valor más bajo en la responsabilidad de las mujeres… Es un camino totalmente horizontal.
Si quieres vivir cómodamente fuera de las nociones tradicionales de género tendrás que hacerte estas preguntas:
- ¿Cuánto menos estrés sentiríais en el hogar si tanto tú como tu pareja tuvierais unos roles equilibrados, interrelacionados y de igual valor?
- ¿Cuánta empatía tenéis el uno por el otro en cuanto a las responsabilidades diarias?
Es necesario ser flexible en las circunstancias familiares y también, aprender a poner límites en la vida en pareja para poder vivir de forma saludable dentro del núcleo familiar.
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