La caja de la rabia: Una técnica eficaz para controlar las rabietas infantiles
Ya podéis ponerla en práctica en casa
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Uno de los problemas principales a los que tarde o temprano tienen que enfrentarse los padres son las rabietas de sus hijos. Por lo general aparecen alrededor de los dos años, aunque suelen alcanzar su punto culminante entre los tres y cuatro años, y en muchos casos se extienden hasta los siete. Sin duda, se trata de una etapa crítica del desarrollo infantil con la que resulta difícil lidiar.
¿Porqué los niños tienen rabietas?
Básicamente, las rabietas son la forma que tiene el niño de expresar su ira o enfado. Lo que sucede es que a partir de los dos años el pequeño empieza a ser consciente de su autonomía y quiere disfrutar de su independencia. Sin embargo, cuando no puede lograrlo porque aún no ha desarrollado las habilidades suficientes, se frustra y enfada. Obviamente, como aún no tiene un gran control emocional ya que su corteza prefrontal, que es la encargada de regular las emociones, todavía es inmadura, es normal que exprese su enfado y frustración de forma muy básica y “estalle” como si fuera un volcán en plena erupción.
Si a esto le sumamos que el niño a esta edad ya es capaz de establecer relaciones causa-efecto y sacar sus propias conclusiones, no es extraño que si se da cuenta que con una rabieta logra lo que desea, la asuma como una estrategia para alcanzar sus propósitos. Por eso, aunque es importante que los padres comprendan que las rabietas de sus hijos forman parte de su desarrollo, también es fundamental que tomen cartas en el asunto y le pongan coto a estos comportamientos apenas aparezcan.
Obviamente, no es una tarea sencilla ya que requiere mucha constancia y, sobre todo, paciencia. Sin embargo, existen algunas técnicas muy fáciles de implementar que te pueden ayudar a lidiar con las rabietas de tu hijo y a enseñarle a manejar sus emociones. Una de estas técnicas es la caja de la rabia.
La caja de la rabia: ¿Qué es?
La caja de la rabia es una técnica diseñada por la psicóloga española Marina Martín que está basada en el cuento infantil “Vaya Rabieta”, de la escritora francesa Mireille d´Allancé.
La historia versa sobre Roberto, un niño que tiene un mal día ya que recibe varias reprimendas, por lo que termina frustrándose y expresa su enfado con una gran rabieta. En el cuento, la rabieta se ilustra como un gran monstruo que sale del niño y que controla todos sus actos, destruyendo todo lo que encuentra a su paso. Sin embargo, cuando Roberto se percata del daño que está provocando, decide arreglar todo lo que destruyó. Así, a medida que va arreglando las cosas, el monstruo se va haciendo cada vez más pequeño hasta que es tan pequeñito que Roberto lo encierra dentro de una caja para no dejarlo salir nunca más.
Esta es precisamente la idea central sobre la que se basa la caja de la rabia, una técnica perfecta para enseñarles a los niños a ser conscientes de sus propias emociones, reconocer el impacto que tienen sobre los demás y aprender a regularlas, a través de las artes gráficas.
¿Cómo aplicar la técnica de la caja de la rabia?
La caja de la rabia es una técnica muy fácil de aplicar. Básicamente, cada vez que el niño tiene una rabieta o se siente frustrado debe plasmar su enfado en un dibujo libre, una estrategia que le permitirá canalizar sus emociones, relajar las tensiones acumuladas y aliviar la frustración.
Al terminar el dibujo, es probable que su enfado también haya pasado. Entonces el niño debe contemplar lo que ha dibujado para concienciar las emociones que ha plasmado en el papel, en este momento se le puede pedir que le haga “manos” y “pies” a su dibujo para que personalice a su monstruo de la rabia, lo cual hará que la técnica sea aún más divertida. A continuación debe arrugar el papel, y con él al personaje, y depositarlo en una caja con tapa para que su monstruo de la rabia no vuelva a salir.
Lo más importante de esta técnica es que el niño haga consciente sus emociones negativas y que aprenda a controlarlas de forma sencilla. Esta simple estrategia le ayudará a redirigir su enfado hacia emociones más positivas, a la vez que le enseñará a controlar sus arranques de ira o agresividad.
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