La bondad te convierte en la mejor madre del mundo
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Vivimos en una sociedad llena de estereotipos, y desgraciadamente no siempre que nos miramos al espejo nos gusta lo que vemos. Esto, sin darnos cuenta, se traspasa a nuestros hijos, en nuestra crianza. Sus pequeños ojitos ven sin decir nada lo que nos decimos o hacemos a nosotros mismos.
Tanto si eres padre como si eres madre, lo que te dices o haces hacia ti mismo/a acabará siendo un ejemplo en la vida de tus hijos. Se guardará en su subconsciente y sin tú pretenderlo, en su futuro se repetirá en palabras, acciones y pensamientos.
En la vida de tus pequeños, si te dices que la ropa te queda mal, que no comes porque estás gordo/a, si te tratas con desprecio y te insultas cuando algo te sale mal, si no tienes una vida activa por pereza… todo esto se repetirá en la vida de tus hijos.
La bondad: tu mejor aliada
Por todo esto, resulta fundamental que te trates con respeto, que tus hijos vean que a la primera persona que cuidas es a ti mismo/a. Así, aprenderán que el autocuidado es fundamental para llevar una vida saludable y feliz, porque sintiéndonos bien con nosotros mismos podremos estar bien con los demás. Y lo más importante, si te sientes bien contigo mismo/a también serás el mejor padre o madre para tus hijos.
Aunque esto no es todo. Hay otro factor que también te permitirá ser mejor padre y madre, al mismo tiempo que potenciará tu autocuidado: la bondad. La bondad es mucho más que tratar bien a los demás, también significa que piensas en ti de forma amable. Ser bondadoso significa que lo bueno para los demás, también es bueno para uno mismo… pero esto también implica que tenemos que pensar en lo bueno para nosotros.
La bondad mejora vidas
Es sabido que el amor cambia el cerebro y la bondad es practicar el amor en su estado más puro. En la bondad existe la benevolencia, la compasión hacia uno mismo y hacia los demás, la empatía y el altruismo.
Cuando hay un comportamiento bondadoso en la vida tendremos sentimientos positivos gracias a las muestras de afecto y cercanía que se crean con los demás. La felicidad la encontramos con los otros, por eso cuando somos bondadosos con los demás, también nos estamos beneficiando de manera interna y profunda… por lo que también nos estamos cuidando.
¿Te das cuenta de lo importante que es que nuestros hijos vean en nosotros el ejemplo de la bondad? Crecerán creando un mundo mejor para un futuro lleno de amor, empatía, altruismo y cuidado social.
En lugar de dar un ejemplo equivocado a tus hijos, con comportamientos negativos hacia ti o hacia los demás… comienza a practicar la bondad por tu bien, por el de tus hijos, y por el de la sociedad en general.
Practica la bondad cada día
Si quieres tener un comportamiento más bondadoso en tu vida pero no sabes por dónde empezar, sigue estos puntos clave y te darás cuenta de cómo todo comenzará a cambiar para mejor:
- Sé bondadoso/a como una meta todos los días
- Sé amable contigo mismo/a y con los demás
- Ayuda a los demás siempre que lo necesiten pero sin descuidar tus necesidades
- Practica la empatía todos los días
- Sé altruista cuando la situación lo requiera
- Trata a los demás cómo te gustaría que te tratasen a ti
- Practica la escucha activa cuando otros te hablen
- No juzgues ni critiques a otros; recuerda que no sabes las batallas que están lidiando en sus vidas
- Practica la compasión contigo y con los demás
Si tienes todo esto en cuenta, serás el cambio en la vida de tus hijos pero también en la sociedad. Pero lo mejor no es esto… lo mejor es que te sentirás muy bien porque la bondad es aumentar el amor dentro de tu corazón y en el alma de los demás. Haz la prueba y te darás cuenta de que te habrás convertido en un mejor padre o madre y que tus hijos estarán siguiendo un ejemplo que sin duda cambiará el mundo. Porque recuerda: tus hijos aprenden más de tus acciones que de las palabras que salen de tu boca.
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