5 beneficios de que los niños hablen solos mientras juegan

La mayoría de los niños hablan solos, sobre todo mientras juegan. A veces parece como si estuvieran hablando con personas “invisibles” o un amigo imaginario, por lo que solo podemos escuchar parte de la conversación. Sin embargo, en ocasiones también entablan un diálogo con ellos mismos, en el que pueden disertar sobre varios temas durante un largo rato.

Se trata de un hábito bastante común, al menos hasta alrededor de los 5 años, cuando se instaura el “juego social” y empiezan a involucrar a otras personas en sus actividades. Sin embargo, esto puede variar de un niño a otro dependiendo del nivel de madurez cognitiva, algunos niños siguen hablando solos hasta casi entrada la adolescencia, sin que esto signifique que tienen un problema. De hecho, varios estudios han demostrado que hablar solo durante el juego puede ser muy beneficioso para el desarrollo cognitivo y social infantil.

Cinco formas en las que hablar solo durante el juego estimula el desarrollo infantil

1. Mejora la capacidad atencional

Un estudio realizado en conjunto por investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y la Universidad de Pensilvania encontró que hablar solo es un ejercicio excelente para estimular la atención y la concentración. Lo que sucede es que cuando los niños hablan solos deben enfocarse en lo que están diciendo para no perder el hilo de su pensamiento, lo cual les “obliga” a prestar más atención y a pasar por alto los elementos distractores del entorno. De esta forma, no solo se centran más en lo que dicen sino también en lo que hacen.

2. Desarrolla las habilidades sociales

Una de las cosas que más disfrutan los niños cuando hablan solos es que pueden representar cualquier papel. Sin embargo, esto no solo es divertido sino que también les reporta numerosos beneficios ya que mientras encarnan un personaje aprenden a ser más tolerantes y a ponerse en el lugar de los demás. Asimismo, les ayuda a practicar diferentes formas de interactuar con las personas, a la vez que contribuye a desarrollar algunas habilidades comunicativas, las cuales les serán muy útiles para el futuro.

3. Potencia el autocontrol

Una investigación realizada por psicólogos de la Universidad Estatal de Michigan desveló que hablar solo es una herramienta muy útil para entrenar el autocontrol. Los resultados, publicados en la revista Scientific Reports, revelaron que hablar consigo mismo en tercera persona puede ayudar a los niños a mantener cierta distancia psicológica de la situación, lo cual no solo les ayuda a desinhibirse y liberar tensiones sino también a regular mejor las emociones “negativas”. De esta manera, los pequeños no solo son capaces de expresar sus miedos y preocupaciones más fácilmente sino que también controlan mejor su ira.

4. Estimula la creatividad

Estructurar un discurso es complicado, aún más si se habla en tercera persona o intervienen otros personajes. Se requiere una buena dosis de imaginación para articular una conversación desarrollando diferentes puntos de vista y recrear una escena sin perder la coherencia en ningún momento. Por eso, los expertos coinciden en que hablar solo es un ejercicio ideal para fomentar la creatividad en los niños y desarrollar sus estrategias cognitivas de resolución de conflictos.

5. Entrena el lenguaje

Investigadores de la Universidad de Missouri han demostrado que cuando los niños hablan solos tienen un mayor control sobre su discurso y se autocorrigen con más frecuencia que aquellos pequeños que no suelen hablar consigo mismos. Al analizar el discurso de niños de entre tres y cuatro años mientras estaban inmersos en un proyecto con bloques de construcción, los investigadores encontraron que los niños que hablaban solos se autocorregían en más ocasiones y hacían más pausas para hilvanar su discurso que aquellos que hablaban con otras personas.