El bebé ya está listo para dar sus primeros pasos: ¿Cómo ayudarlo?
Tu hijo sentirá más confianza si estás a su lado en sus primeros pasitos
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La mayoría de los niños empiezan a dar sus primeros pasos entre los 12 y 18 meses, algunos un poco antes. A esta edad los músculos de sus piernas ya son lo suficientemente fuertes como para sostener al cuerpo y la columna es capaz de amortiguar el peso del pequeño. De hecho, al cumplir el primer año muchos niños ya gatean con gran destreza por toda la casa, e incluso hay quienes empiezan a ponerse en pie apoyándose en los muebles.
Sin embargo, no todos los niños empiezan a caminar a la misma edad, ni lo hacen siguiendo las mismas pautas. Algunos intentan andar sin haber gateado antes o, caso contrario, se sienten tan cómodos gateando que no les apetece esforzarse por caminar. En cualquier caso, se trata de un hito en el desarrollo de los pequeños, una etapa muy compleja en la que necesitarán que sus padres les apoyen y ayuden más que nunca.
5 claves para ayudar a tu hijo a dar sus primeros pasos
1. Adapta la casa a sus necesidades
Cuando el niño se esté preparando para caminar es importante que cuente con espacios adecuados en los que pueda dar sus primeros pasos con seguridad. Esto implica que debes despejar lo más posible las habitaciones de casa, dejando solo los muebles indispensables que en algún momento puedan servirle como punto de apoyo para levantarse y moverse por la habitación hasta que aprenda a desplazarse con más soltura. También debes cubrir los bordes afilados de los muebles para evitar accidentes y, de ser posible, puedes colocar en el suelo una alfombra o moqueta para amortiguar las caídas.
2. Motívalo a cada paso
Para un niño no existe nada más estimulante que el ánimo que le ofrecen sus propios padres, por lo que si lo motivas a levantarse y caminar, no dudará en seguir intentándolo. Una estrategia muy efectiva para animar al pequeño a dar sus primeros pasos consiste en colocarle sus juguetes preferidos y objetos de colores llamativos o que emitan sonidos a una distancia corta para que vaya a buscarlos. También puedes sentarte en el suelo y llamar a tu hijo para que acuda a tu encuentro. Eso sí, no olvides felicitarlo ante cada pequeño logro para reforzar su esfuerzo.
3. Acompáñalo a dar sus primeros pasos
Estar junto a tu hijo cuando empieza a caminar, al menos las primeras veces, le dará más seguridad y confianza. Al saber que estás cerca de él, el pequeño se sentirá protegido y esto le motivará a seguir esforzándose. Una buena estrategia consiste en colocarte detrás de tu hijo y agarrarle ambas manos, de esta manera le impulsas hacia adelante, ayudas a amortiguar el peso sobre sus piernas y su columna, evitas que se caiga si tropieza y le animas a seguir avanzando.
4. No presiones al niño
Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo, de manera que tu hijo puede tardar un poco más que sus coetáneos en empezar a caminar sin que esto signifique que tiene un problema. En este caso, puedes animarle a dar sus primeros pasos y recurrir a los ejercicios de estimulación temprana para tonificar los músculos de sus piernas y fortalecer su columna. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia debes presionarle a que camine antes de que se sienta preparado para hacerlo ya que de esta manera le harás sentir frustrado, lo cual puede resultar contraproducente.
5. Mantén siempre la calma
Los primeros pasos del bebé suelen generar mucho temor y ansiedad en los padres ya que temen que pueda tener un accidente y hacerse daño. Sin embargo, tu hijo es capaz de percibir esa preocupación, lo que probablemente le hará sentirse inseguro y desconfiado ya que, si sus padres están nerviosos, por algo será. Por eso, es importante que mientras animas a tu hijo a que empiece a dar sus primeros pasos dejes a un lado la ansiedad y los miedos y mantengas la calma. De esta manera, le tranquilizarás y harás que se sienta más relajado.
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