Cómo ayudar a los niños a lidiar con el cambio y las preocupaciones
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Cuando ocurren cambios en la vida no siempre son fáciles de asumir para los adultos, pues menos incluso, para los niños. Las preocupaciones del mismo modo son pensamientos que no nos abandonan y que están de forma reiterada en nuestra mente. Tanto adultos como niños deben aprender a lidiar con los cambios y las preocupaciones para poder llevar una vida tranquila y plena.
Aunque no es fácil lidiar con las preocupaciones y el cambio, es muy importante que los padres ayuden a los hijos con esto para que, no se conviertan en obsesiones o en problemas mucho mayores. A veces, las preocupaciones se pueden convertir en problemas únicamente en la mente de las personas, porque no siempre acaban siendo grandes o graves problemas, y menos, si se lucha o se trabaja para mejorar las situaciones.
A continuación vas a conocer algunas estrategias que se deben tener en cuenta para poder ayudar a los niños a lidiar con el cambio y las preocupaciones. Además, si eres una persona a la que le cuesta hacer frente a las preocupaciones, ha llegado el momento en que también aprendas a llevarlo mejor para así después, poder ayudar a tus hijos con éxito.
Aprender a aceptar el cambio
Incluso como adultos, sabemos que el cambio a veces no es fácil. Para los niños pequeños, incluso para los preadolescentes y los adolescentes, el cambio puede ser muy estresante hasta el punto de que puede afectarles para comer, dormir y en otros hábitos cotidianos. Es necesario tener una comunicación abierta y en confianza para trabajar una buena conexión emocional. De esta manera, tu hijo reducirá los niveles de estrés y preocupación cuando pueda transmitirte qué es lo que le preocupa.
Una lista de preocupaciones
El tarro de las preocupaciones es una buena idea, pero otra solución muy adecuada es hacer una lista sobre las preocupaciones que se tienen en la cabeza. No importa el tipo de preocupación que se pueda tener, lo importante es apuntarlas todas para sacarlas de la mente.
Cualquier preocupación que haya es un motivo para sentarse con los hijos y hacer que escriban esa preocupación en la parte superior de una página y después encontrar todas las cosas que se pueden hacer para desmontar esa preocupación.
Aprovecha las oportunidades de aprendizaje
Las lecciones más poderosas que enseñamos a los niños son las que demostramos cada día. Cómo los adultos manejan las preocupaciones de forma diaria es lo que realmente enseña a los niños a hacer frente a los desafíos cotidianos. Si estás preocupado por algo del trabajo lo último que tienes que hacer es obsesionarte con el tema delante de tus hijos de forma negativa, y buscar soluciones no solo para solventar el problema, sino también para sacar el problema de tu mente.
Los niños aprenden de lo que ven y si lo que ven es a papá y a mamá reaccionar de cierta manera, entonces pensarán que esa es la respuesta apropiada para ese tipo de situaciones. En lugar de esto, es necesario mirar el lado positivo de las cosas y expresar los pensamientos optimistas sobre cómo te gustaría realmente obtener una solución y después trabaja en ello para conseguirlo. Y si es algo por lo que estás preocupado pero no puedes hacer nada para cambiarlo porque es externo a ti, no merece la pena estar preocupado por algo por lo que no puedes hacer nada.
Responder con optimismo y confianza enseña a los niños que las preocupaciones son temporales y que siempre se pueden hacer cosas para mejorar la vida y el estado interior de cada uno. La vida es demasiado corta como para estar preocupado todo el tiempo sin buscar las soluciones pertinentes.
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