Cómo ayudar a los niños a hacer los deberes, ¡sin hacerlos por ellos!
Guiando a tu hijo hacia la independencia académica
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Como otras muchas cosas de la actualidad, la tarea escolar cada vez se vuelve más compleja y exigente que cuando eras niño/a. Las expectativas son más altas para los estudiantes y los padres tienen desafíos extras por el control del tiempo de los niños.
Muchos padres -cada vez más- están en contra de los deberes para que los niños tengan más tiempo libre y de paso, para luchar menos con ellos cuando tienen que enfrentarse a la responsabilidad de las tareas escolares. Pero en ocasiones, las tareas son necesarias, sobre todo cuando no se acaban en clase -no me refiero a añadir más tarea, sino a realizar lo que en clase no da tiempo por el motivo que sea y es necesario para poder seguir un buen ritmo académico y de paso, reforzar el conocimiento en casa-.
Los padres tienen la obligación de que los niños se den cuenta de que pueden ser estudiantes independientes y que además, son capaces de hacerlo. Si eres de los padres que le hace los deberes a sus hijos, entonces debes saber que no le estás haciendo ningún favor… todo lo contrario. Si le haces los deberes a tus hijos, solo estarás aumentando su inseguridad y sentimiento de incapacidad, algo que le perjudicará enormemente en su desarrollo.
Hay algunas formas para tener en cuenta y que el proceso de hacer la tarea escolar sea menos doloroso para todos los involucrados, y sí, nos referimos también a ti como padre o madre. Cuanta más independencia le regales a tu hijo, lo podrá hacer con mayor seguridad en sí mismo y también, con más rapidez (y si lo hace más rápido en la escuela, seguramente ya no se llevará deberes a casa).
Crear una rutina
Lo primero y más importante es crear una rutina, tus hijos deben tener el hábito de hacer los deberes a una hora determinada, por ejemplo, una hora después de haber llegado de la escuela. Si no tiene deberes entonces ese tiempo lo puede aprovechar para hacer cosas que le interesen pero que al mismo tiempo le ayuden a desarrollarse como pintar o leer.
Los niños deben tener un lugar donde poder hacer los deberes sin distracciones y cómodamente, como un escritorio o mesa con una buena silla que le permita tener una buena postura. Además, si los niños quieren ver la televisión o salir al parque a jugar lo podrán hacer, siempre que acaben primero la tarea. Así se les transmite el mensaje de: ‘primero la obligación y después el ocio’.
Estar allí para supervisar (pero no para hacer por ellos)
La tarea permite identificar a los maestros si los niño han absorbido lo que han aprendido en clase, por eso les gusta ver si cometen errores. A no ser que le expliques a tu hijo qué es lo que no entiende y verdaderamente lo haya entendido, hay muchos maestros que prefieren que las tareas no se corrijan por los padres. Además, la tarea no tiene que estar siempre bien, porque de los errores se aprende mucho y muy bien.
Puedes decirle a tus hijos que te pueden pedir hasta tres preguntas por cada asignatura o tarea y que el resto, deberá responderlo él solo o averiguarlo por su cuenta. Ayúdale a descubrir la respuesta si es necesario, pero nunca le des la respuesta.
Las tareas es una lección de organizar el tiempo
Debes recordar que la tarea escolar o deberes también son una lección de gestión de tiempo, no dejes que tu hijo arrastre deberes durante toda la tarde, es un niño y también debe divertirse. Los niños de primero de primaria deberían hacer en casa 10 minutos de deberes, los de segundo de primaria 20 minutos, y así sucesivamente aumentando 10 minutos por curso escolar. El tiempo de deberes no incluye el tiempo de queja de los niños antes de ponerse a hacerlos.
Además, es importante mantener una buena comunicación -regular- con el maestro, mantener la calma y sobre todo, hacerles ver a los niños que son capaces de hacerlo si piensan y se fijan en lo que tienen delante.
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