Cómo ayudar a los niños a dormir sin miedo
Tu hijo te necesita para aprender a dormirse sin miedo
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Es una situación frustrante que un niño tenga una edad suficiente -más de siete años- para que sea capaz de irse a la cama tranquilo pero saber que no lo hará, justo cuando necesita descansar para recargar su energía. Si esto te ocurre con tu hijo/a, debes saber que es más común de lo que te imaginas. Muchos niños de más de siete años, concretamente entre los 7 y los 12 años les cuesta conciliar el sueño por temor a la oscuridad, sobre todo si tienen a sus padres lejos de su habitación.
Avergonzar a tu hijo o amonestarlo para que sea más valiente es contraproducente e ineficaz. Tu hijo te necesita para aprender a dormirse solo. Los niños pueden sentir ansiedad por algún motivo en concreto o simplemente de la nada. Es necesario asegurarse de que no existe ningún trauma que haya provocado la ansiedad durante la noche del niño. Averigua cuándo comenzó la ansiedad y así, se estará más cerca de la solución.
Si un niño siempre ha tenido dificultades para conciliar el sueño, es algo habitual. Tu hijo/a es lo suficientemente mayor como para ir a la cama sin ayuda del adulto, pero será necesario que exista un proceso de aprendizaje para tu hijo y que aprenda a sentirse seguro como para dormirse sin tu presencia. Lo ideal es que te comprometas a ayudar a tu hijo a aprender esta habilidad que todos los niños necesitan, al igual que lo has ayudado a aprender otras habilidades, siendo consciente de que este proceso puede durar varios meses.
Cómo ayudar a tu hijo/a a dormir sin miedo
- Sé consciente de que tu hijo/a puede aprender a dormir sin ayuda, pero aún no sabe cómo hacerlo. Para aprenderlo necesitará sentirse seguro por la noche. Para empezar deberás estar cerca de él/ella mientras se duerme.
- Empieza hablando a tu hijo para crear una base de seguridad y que pueda relajarse por la noche, explica que necesita aprender a dormirse solo pero que le ayudarás a aprenderlo. No le dejes solo en la oscuridad antes de que esté listo -ni con luces encendidas pero solo-. Sé empático/a con él/ella y dile cosas como: ‘Sé que a veces tienes miedo a la oscuridad. Incluso cuando no estoy contigo, me aseguro de que estés bien. Siempre estaré a tu lado cuando me necesites’.
- Permite que tenga un peluche para que pueda abrazarlo por las noches. Puedes decirle que le protegerá mientras duerme.
- Comprar libros interesantes que le gusten a tu hijo/a para leerle por la noche, escuchar tu voz o leer juntos le ayudará a conciliar el sueño de una forma más agradable.
- Crea una rutina tranquila que acabe como una media hora antes de la hora de irse a dormir, así podrás acostarte con él y acurrucarte a su lado si es necesario para ayudarle a conciliar el sueño. Tendrá que ser en la cama de tu hijo/a y que sepa que llegará el momento en que te irás de la habitación, pero estarás cerca. Puedes dejarle la puerta abierta para que sienta más seguridad.
- Permite que tenga una luz tenue para que el niño deje de tener miedo a la oscuridad. Dile que cuando se duerma la apagarás y que si tiene miedo durante la noche, podrá volver a encenderla o que si necesita algo podrá llamarte y que tu siempre irás.
- Antes de irte de la habitación, abraza a tu hijo y dile que le quieres. Dile lo importante que es para ti y la suerte que tienes de ser su madre. Dilo todas las noches, esto le hará sentirte muy reconfortado y aumentar su seguridad interna así como el vínculo que tiene contigo.
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