Cómo ayudar a tu hijo a afrontar la muerte de un padre
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Las pérdidas emocionales no solo tienen que ver con la muerte de un ser querido o familiar, una pérdida emocional también puede ser por ejemplo, la pérdida de una amistad, aunque no se haya muerto. Pero, ¿cómo se puede ayudar a los hijos a que hagan frente a estos golpes de la vida? Como adultos, entendemos que la pérdida es parte de la vida. Para los niños pequeños, sin embargo, la muerte, el divorcio e incluso el fin de una amistad especial pueden ser traumático y que acaben desencadenando problemas de comportamiento.
Los niños experimentan una pérdida aguda en cualquiera de las situaciones. A menudo, pueden controlar sus sentimientos de pérdida con el apoyo de los padres, maestros y otros adultos en sus vidas, por lo que una actitud de empatía es crucial en estos casos. Los padres deben tratar de sintonizar lo que su hijo está sintiendo y necesitando ya que será diferente en cada caso.
Es importante respetar la reacción del niño ante la situación. Los niños no sienten menos dolor solo porque son pequeños, así que hay que tener en cuenta que sus sentimientos pueden ser muy intensos. La muerte de un padre o una madre es un problema emocional grave.
Ante la muerte de un padre o madre
Esta es probablemente la experiencia más difícil para un niño de cualquier edad. El otro padre (vivo) por lo tanto, juega un papel crítico en ayudar a un niño que está sufriendo ante la muerte de un padre o de una madre. En el caso de la muerte (o pérdida permanente) de un padre o madre, se deben tomar medidas urgentes para ayudar al niño a procesarlo. Nunca puede faltar tampoco el apoyo psicológico para poder afrontar las duras circunstancias.
El resultado de estas pérdidas se ve afectado por la forma en que los adultos guían a los niños en aceptar cualquier sentimiento que tengan sobre la muerte. La persona que ayuda debe entender que el camino hacia la recuperación implica dolor y que no hay atajos para que se sientan mejor antes de tiempo.
Ni preguntas ni acciones correctas
Ante la muerte de un padre o una madre no hay palabras o acciones correctas, lo que realmente importa es la habilidad para permitir que el niño sienta que tiene un apoyo incondicional a su lado y una guía para poder luchar contra el dolor. Una predisposición a escucharle y a ser su apoyo les hará sentir cuidados y seguros emocionalmente.
Desde el punto de vista del desarrollo los niños experimentan la muerte de manera diferente:
- De nacimiento a tres años: La separación de cualquier tipo es aterradora y se siente como la muerte. El concepto de muerte es, por lo tanto, lo mismo que ausencia.
- De los tres a cinco años: Los niños son conscientes de la muerte, pero no se experimenta como permanente. Todavía ven a los muertos como teniendo vida y conciencia, y ven la muerte como temporal y reversible.
- De los cinco a nueve años: La muerte es personificada, hay una creciente aceptación de que la muerte es una realidad y permanente. Los niños de este grupo de edad todavía pueden negar la muerte, ya que a menudo creen que si eres bueno, vives, pero si eres malo, mueres. Hasta los siete años, los niños también pueden pensar que sus propias acciones y pensamientos pueden causar la muerte.
- A partir de los nueve años: Los niños empiezan a reconocer la muerte como algo permanente y entienden que es parte de la vida.
El apoyo en cinco posibles pasos
Aunque cada niño es un mundo, hay cinco pasos que puedes tener en cuenta para intentar ayudar a un niño afligido porque ha perdido a uno de sus progenitores.
- Sé consciente del nivel de desarrollo específico del niño en términos de su percepción con la muerte.
- Reconoce el proceso de duelo del niño: enfado, sorpresa, incredulidad, desesperación, reconstrucción y permite que el tiempo te ayude a acercarte emocionalmente al niño.
- Conmemora y recuerda a la persona fallecida de manera formal e informal (por ejemplo, plantar árboles, hacer un libro de recuerdos, soltar globos, etc).
- Planifica cómo seguir adelante a pesar de la pérdida (esto se basa en los propios valores y la situación familiar actual).
- Encuentra consuelo en compañía de amigos cercanos y familia.
Hay otras formas para ayudar a que los niños trabajen a través de sus sentimientos. Dependiendo de la edad del niño, puede explorar sus emociones con arte, música y juegos de establecimiento de roles. Puede escribir cartas, dibujar, construir, golpear una almohada o jugar con muñecos.
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