El autismo y el desarrollo social
La importancia de entender su comunicación para mejorar nuestra relación con ellos
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El trastorno del espectro autista (TEA) se refiere a un conjunto de discapacidades del desarrollo que pueden causar impactos sociales, de comunicación y problemas del comportamiento. Los niños (y personas) con TEA procesan la información del cerebro de forma diferente al resto de personas. El autismo afecta a las personas de diferentes formas y puede variar de leve a grave. Las personas con autismo comparten algunos síntomas, como las dificultades con la interacción social pero existen diferencias en los síntomas, porque cada persona es diferente y el grado de afectación también puede variar, además de que pueden existir otros tipos de problemas.
Un niño con autismo se puede empezar a intuir después de los seis meses de edad, pero es a partir de los 3 años cuando pueden mostrar los indicios de problemas y se puede empezar a pensar en un diagnóstico claro, aunque es a partir del año cuando los niños pueden empezar a mostrar síntomas bastante evidentes. El autismo no entiende de razas, ni etnias ni de grupos socio-económicos, y aunque es más común entre niños que niñas, puede afectar a ambos sexos por igual.
Desarrollo social y emocional en los niños con autismo
Los niños con TEA tienen pocas respuestas de estímulo hacia los niños, no buscan compartir experiencias con los demás. Tienen poca comunicación verbal y no verbal para buscar la interacción con otros, puede que si se comunican con los demás no usen la gesticulación y que tenga una expresión emocional ausente. Además, prestarán menos atención a las manifestaciones emocionales de los demás por lo que al no darles importancia la comunicación afectiva se verá gravemente perjudicada. Esto aún será más problemático al no mostrar empatía por los demás o a no saber compartir las emociones con los demás.
La mayoría de niños con autismo muestran diferencias en la comprensión emocional, porque como te comentaba antes cada niño es un mundo y no se puede generalizar a todos por igual. Los niños con autismo no suelen mostrar empatía con el rostro de las personas y tienen dificultad en las relaciones sociales, juegan de manera aislada con actividades de auto estimulación en lugar de compartir su tiempo con otros.
La comunicación en los niños con autismo
Los niños con autismo parece que están «en su propio mundo» donde son incapaces de comunicarse o interactuar con los demás con éxito. Pueden tener dificultad para desarrollar habilidades del lenguaje y la comprensión de lo que los demás les dicen. También tendrán dificultades para comunicarse a través del lenguaje no verbal, y es que todo lo que tenga que ver con el lenguaje se verá afectado, aunque la capacidad de comunicarse variará dependiendo de su desarrollo intelectual y social. Pero hay que remarcar que algunos niños con autismo son incapaces de hablar, pero en cambio otros pueden tener un vocabulario muy rico y ser capaces de hablar temas específicos de forma asombrosa.
Pero en la mayoría de ocasiones el problema no está en el vocabulario si no en la forma de utilizarlo con otras personas. Los problemas de significado y ritmo en las frases puede ser lo que más les dificulte para tener una conversación exitosa. Además al no comprender los matices vocales y el lenguaje corporal de las otras personas no podrán establecer un vínculo adecuado.
Como has podido comprobar al leer estas líneas, los niños con autismo pueden ser muy diferentes entre sí, pero no cabe olvidar que son niños y como tales tendrán su propia idiosincrasia. Se debe respetar su mundo interior, no forzarles a hacer cosas que no quieren, establecer rutinas diarias y sobre todo, aceptarles tal y como son.
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