Aunque un bebé no hable, aprende a “leer” a sus padres
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Los bebés y los niños pequeños son como esponjas de emociones y además, son super eficaces para “leer” a sus padres y sentir lo que ellos sienten. Son capaces de “leer” y descifrar rostros, tonos de voz, miradas… La primera persona en ser “leída” de manera perfecta es la madre.
El bebé “lee” a sus seres queridos más cercanos
La madre y el padre, al ser las personas más cercanas al bebé y con quienes tiene un vínculo más fuerte, es muy importante que cuiden las emociones para que el bebé se sienta seguro y protegido emocionalmente todo el tiempo. Pero además de «leer» a los padres, también lo hace a las personas más cercanas, aquellas que que conviven con él y las ve a diario como familiares o personas del entorno inmediato.
Las personas más cercanas al bebé, sobre todo la madre o el padre, son los primeros libros sin páginas para los pequeños de la casa. Los bebés leen a sus padres y a las persona más próximas y lo hacen a través de los ojos, las orejas, las manos, los oídos… Pero sobre todo, también lo hacen con el corazón.
Un libro sin páginas que el bebé “lee”
Cuando un adulto establece primero un vínculo afectivo con el bebé, es quien le proporcione ese libro sin páginas, quien le comienza a mostrar el mundo y el bebé se vincula amorosamente con él. Este libro, siempre que sea amoroso para el bebé desde el momento de su nacimiento, tiene el gran potencial de transformar el mundo.
Los libros normalmente suelen tener el poder de mejorar el mundo, de aprender a través de las letras, las palabras, las frases… abren la mente y el corazón. Permite el entendimiento de las propias emociones y las de los demás.
Los padres somos esos primeros libros para escribir en esas páginas en blanco, donde las emociones son las palabras y los recuerdos que formamos con nuestros pequeños, las historias. Los abrazos, el amor, los arrullos, las buenas maneras, el buen tono de voz, las palabras cariñosa, el autocontrol en momentos de estrés… todo eso, aunque no te lo creas, irá formando el cerebro de tu pequeño en uno emocionalmente estable.
La lectura de los bebés
La experiencia de la lectura de los bebés, desde que nacen hasta el año de vida más o menos, está vinculada de forma directa con el afecto, junto con un ritmo amoroso que la madre o el padre le proporcionan a sus pequeños. El poder de la palabra es maravilloso y las palabras con cariño y amor hacia los bebés les pueden proporcionar ternura, calma, seguridad, sueño, incluso pueden calmar el dolor y dar consuelo en momentos de tensión emocional.
Los padres serán quienes se queden siempre en el corazón de sus bebés por mucho tiempo que pase, ya que sus cantos, sus abrazos y sus palabras con amor se quedan escritas en el libro del corazón de su bebé. Se graban en el fondo de la memoria para toda la vida y esto, es el mejor legado que dejan a sus hijos.
Gracias a tener un buen comportamiento con sus pequeños, al hablarles con todo su cariño, al disfrutar de los abrazos, al tener en cuenta que sus pequeños “leen” su comportamiento, su rostro, sus acciones… y al comportarse adecuadamente teniendo esto presente, estarán moldeando el corazón de su bebé y le permitirán sentir emociones maravillosas. Estos buenos sentimientos serán los que moldeen la personalidad del pequeño para que crezca siendo emocionalmente estable.
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