Aprender a leer no tiene por qué ser aburrido
Descubre cómo puedes ayudar a tus hijos a aprender a leer mientras se divierten al mismo tiempo
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Aprender a leer no tiene por qué ser aburrido. En este artículo, os presentamos algunos ejercicios divertidos y creativos que podemos hacer en casa para ayudar a nuestros pequeños a desarrollar su habilidad lectora. Estos ejercicios son especialmente útiles para niños pequeños que están comenzando a aprender a leer y necesitan motivación para seguir practicando.
¿Cómo aprender a leer de forma divertida?
Desde juegos con palabras hasta actividades con música y movimiento, hay muchas maneras de hacer que el aprendizaje de la lectura sea una experiencia divertida y entretenida. Además, los ejercicios que os mostraremos no solo ayudarán a vuestros hijos a desarrollar su capacidad de lectura, sino que también fomentarán su creatividad, imaginación y habilidades sociales.
Juegos con palabras
Los juegos con palabras pueden ayudar a los niños a aprender a leer de manera divertida y hay varios de ellos.
Por un lado, podemos jugar al “veo, veo” con ellos utilizando objetos en la casa. Este juego es uno de los que más gustan a los niños y con el que vamos a poder ampliar su vocabulario. Además, también estamos trabajando su concentración y su capacidad de análisis.
Por otro lado, también podemos jugar al “ahorcado” usando palabras que ya hayan aprendido o aquellas que queremos que memoricen. Este juego es también de lo más útil a la hora de trabajar la ortografía.
Por último, no pueden faltar los juegos de mesa como el clásico “Scrabble”. Hay una gran cantidad de ellos, por lo que nos será muy fácil encontrar alguno que les llame la atención y que sea adecuado para su edad. Además, si dejamos que los hermanos u otros niños jueguen con nosotros, fomentaremos el trabajo en equipo.
Cuentacuentos
Leer cuentos a los niños es algo que siempre recomendamos, ya que son recursos de lo más útiles en la educación infantil. A través de ellos, los niños aprenden la construcción de las frases y palabras nuevas, además de mejorar su velocidad lectora. Para aprovechar al máximo este recurso, podemos preparar varias actividades: preguntas de comprensión lectora, un juego de representación del cuento o, incluso, pedirles que busquen un final alternativo para el cuento. Hay una gran cantidad de actividades que podemos sacar de los cuentos con un poco de imaginación.
Canciones y rimas
Otro gran recurso son las canciones y las rimas, ya que ayudan a los pequeños a desarrollar su habilidad para identificar sonidos y reconocer patrones en las palabras. Anima a tus hijos a cantar o recitar rimas con acciones y movimientos.
Actividades de escritura
Además de la lectura, también podemos animar a nuestros hijos a escribir sus propias historias o crear sus propios libros. También podemos pedirles que escriban palabras que hayan aprendido en papeles de colores y luego hacer un collage con ellas.
Lectura en voz alta
Otra buena manera de mejorar en la lectura es leyendo en voz alta. Por ello, podemos pedirles a los niños que nos lean sus cuentos favoritos. Esto les ayudará a desarrollar su habilidad para reconocer palabras y mejorar su fluidez en la lectura.
Estos son solo algunos ejemplos de ejercicios que puedes hacer con tus hijos para que aprendan a leer de manera divertida. Recuerda que la clave es hacer que el aprendizaje sea una experiencia positiva y emocionante para tus hijos.
¿Cómo fomentar la lectura?
La lectura y la comprensión son indispensables en la educación de los niños, ya que constituyen la base para que puedan seguir sus estudios satisfactoriamente. Por ello, los expertos aconsejan introducir esta práctica en la rutina de los niños desde edades muy tempranas. Pero, ¿cómo podemos fomentar la lectura en casa?
Desde bien pequeños
Leer cuentos a los niños es una práctica que no solamente fomenta la lectura, sino que nos ofrece tiempo de calidad con ellos. Además, al convertirlo en un hábito, los niños lo verán como algo normal y divertido y no como una tarea escolar.
Hacerlo divertido
Para que los niños aprendan, el proceso debe ser divertido. Por ello, debemos ofrecer a los pequeños de la casa juegos variados con los que fomentar la práctica de la lectura. Así mismo, debemos escoger cuentos y libros de una temática que a ellos les guste, que sean coloridos y atractivos.
No presionarles y seguir sus ritmos
Cada niño tiene su ritmo de aprendizaje y no podemos compararlo con otros. En este sentido, es importante evitar etiquetas negativas que puedan hacerle sentir inferior a los demás. Del mismo modo, debemos tener en cuenta su nivel a la hora de escoger una lectura: si esta es demasiado compleja, el niño la evitará mientras que, si es muy simple, se aburrirá. En cualquiera de los casos, no estaremos haciendo atractivo el hábito de la lectura y esto es, precisamente, lo que debemos evitar.
Reconocer sus logros
Algunos niños aprenden a leer más rápido que otros, pero la adquisición de la lectura siempre representa un esfuerzo. Por ello, debemos reconocer cada pequeño logro que haga el niño y demostrarle lo muy orgullosos que estamos de él.
Facilitar el acceso a los libros
Los niños deben tener libros a su alcance para que sientan curiosidad, la madre del aprendizaje: sin curiosidad, no hay motivación. Por ello, debemos dejar al alcance de los niños una variedad de lecturas para que ellos puedan ir seleccionando aquellos libros que más llamen su atención. Eso sí: una cosa es facilitarles el acceso a los libros y otra muy distinta es obligarlos a leer. Nunca debemos obligar a los niños a leer unas determinadas horas a no ser que sea estrictamente necesario.
Ayudarles y motivarles
Por último, es importante que los padres estemos a su lado a lo largo de todo este proceso. Debemos ayudarles en los primeros pasos de la lectura, y motivarles en todo momento. Posteriormente, debemos ir felicitándolos cada vez que acaben un libro e incentivando lecturas más complejas.
La lectura es un proceso bastante complejo para los niños, por lo que su adquisición debe ser lo más divertida posible. Los juegos serán nuestros grandes aliados, así como también lo serán los cuentos, las rimas y las canciones.
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