Ansiedad infantil: ¿Cómo se manifiesta la ansiedad en los niños?
[mashshare icons=»1″]
Al contrario de lo que la mayoría de las personas piensan, la ansiedad no es un trastorno exclusivo de la adultez sino que también se manifiesta durante la infancia. En realidad, la ansiedad forma parte del proceso de desarrollo por lo que no es extraño que los niños manifiesten cierta ansia en el momento de irse a la cama o al comenzar el colegio. De hecho, la ansiedad es un fenómeno frecuente en la infancia y forma parte de los miedos habituales de los pequeños, aunque es innegable que algunos niños son más ansiosos que otros.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad infantil?
Para el niño que comienza a ser consciente de su entorno y de todos los peligros que existen, sentirse solo y desprotegido puede ser una gran fuente de ansiedad. Por eso, cuando se debe enfrentar a situaciones que no conoce o siente que puede ser abandonado, reacciona con ansiedad, sobre todo cuando se trata de niños pequeños. Sin embargo, estos no son los únicos factores que generan la ansiedad infantil.
Los temores infantiles, por ejemplo, son el resultado de una imaginación muy activa y de la falta de experiencia, por lo que también pueden ser generadores de ansiedad, así como el contacto con personas extrañas, fundamentalmente en ausencia de los padres. De manera similar, el comienzo en el colegio o en el jardín de la infancia es un evento que suele provocar cierto grado de ansiedad.
Sin embargo, aunque la ansiedad es un fenómeno relativamente frecuente en la etapa infantil, los padres deben tomar algunas medidas para evitar que se convierta en un problema de mayor envergadura. De hecho, lo que comienza como un simple estado de ansiedad puede llegar a convertirse en un trastorno más grave que puede perdurar incluso en la adultez.
Estrategias para calmar la ansiedad de los niños
Reconoce el temor y habla de ello
A menudo los padres minimizan las preocupaciones de sus hijos. Sin embargo, negarlas o minimizarlas no hará que desaparezcan, el niño puede sentirse aún peor. Por consiguiente, la mejor opción consiste en reconocer sus temores y conversar acerca de ellos. Por ejemplo, si uno de sus grandes temores es perderte en el supermercado, hazle saber que es normal que se sienta así porque a ti te sucede lo mismo con él, proponle que no te pierda de vista, así como tú tampoco lo perderás de vista. De esta forma le harás sentirse más seguro y la ansiedad disminuirá.
No lo fuerces a evitar la ansiedad
“Compórtate como un hombre”, “No seas infantil”…Estas son tan solo algunas de las frases que utilizan algunos padres para presionar a los niños a evitar la ansiedad, como si se tratara de un estado que ellos pueden controlar fácilmente. Sin embargo, cuando el niño se siente ansioso o tiene miedo, no necesita ser recriminado. Además, tampoco le debes empujar para que enfrente a sus miedos si no está preparado ya que podría generarse una fobia.
Transmítele seguridad y confianza
La principal misión de los padres consiste en infundirle seguridad y confianza a sus hijos. Considera que los niños ven en sus padres la principal fuente de protección y apoyo. Hazle saber que estarás a su lado cuando llegue el momento de enfrentar sus temores. De esta forma estarás creando una relación de confianza que durará para toda la vida.
Prepáralo para las situaciones nuevas
Enfrentar un cambio no es sencillo, para los niños tampoco, por lo que es comprensible que las situaciones nuevas generen cierto grado de ansiedad. Una manera para aliviar la tensión y la incertidumbre consiste en explicarle claramente qué encontrará y cómo se debe comportar. Por ejemplo, antes de comenzar en el colegio, explícale cómo son los horarios y qué debe hacer. También es conveniente que le lleves a ver la escuela antes de que comiencen las clases.
Comentarios