La amistad en los niños: un valor humano
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La amistad es un valor que se considera humano, aunque en realidad la amistad puede ocurrir en cualquier ser vivo que pueda ser social, en diferente medida. Los seres humanos somos sociables por naturaleza y para poder ser felices necesitamos convivir con los demás. Por eso, las personas construyen sus propias familias o se buscan amigos para poder compartir las experiencias de la vida.
Cuando se trata de amistad, nos referimos a una relación entre iguales que requiere esfuerzo para poder conseguirla, mantenerla y sobre todo, cuidarla. Las personas deben cuidar las amistades que tienen, porque cuando se desatienden, simplemente, se pierden.
Los niños y la amistad
Cuando los niños comienzan a crecer, es a partir de los 3 años cuando comienzan a tener sus primeras interacciones sociales, cuando empiezan a tener sus primeros amigos. Es importante que en la educación de los niños aprendan que la amistad es un valor y que debe cuidarse. La amistad debe ser desinteresada para que sea real, el tiempo compartido con la otra persona debe satisfacer el bienestar de ambos… y se fortalecerá con las experiencias vividas.
Para que la amistad funcione se necesitan varios valores fundamentales: el respeto, la empatía y la comunicación. Son los pilares básicos que hay que enseñar a los niños, no solo para que aprendan a tener mejores amigos, sino también, para que se desarrollen socialmente con éxito. Y además de todo esto, también será imprescindible enseñarles habilidades sociales, fundamentales para poder mantener y cultivar las amistades.
Los beneficios de la amistad en los niños
Es posible que recuerdes a tu primer amigo de la infancia, aquel amigo al que veías con ilusión nada más entrar en la escuela. Incluso ahora, siendo adultos, los amigos siguen siendo una parte muy importante de nuestras vidas. Nuestros amigos nos ayudan a definir quienes somos.
Para los niños, hacer amigos es una parte vital del crecimiento y una parte esencial de su desarrollo social y emocional. Los atributos tales como la competencia social, el altruismo, la autoestima y la confianza en uno mismo se desarrollan teniendo amigos. Existen estudios que han descubierto que las amistades les permiten a los niños aprender más sobre sí mismos y desarrollar su propia identidad. A medida que los niños crecen, los amigos ayudan a que los niños tengan menos estrés y puedan disfrutar de experiencias más desafiantes, sobre todo cuando se llega a la adolescencia.
Además, las amistades pueden influir positivamente en la salud de los niños. Los niños que juegan con frecuencia con sus amigos, tienen mejor autoestima, hacen más ejercicio y disfrutan más de los pequeños momentos. Sin embargo, no siempre es fácil para los niños saber cómo gestionar las amistades y cómo mantener y hacer nuevos amigos. Esto implica una serie de habilidades que los niños pequeños necesitan aprender y desarrollar. Para algunos niños, estas habilidades son muy naturales porque comparten sus experiencias y se abren a nuevas personas… Pero para otros, necesitan aprender nuevas habilidades sociales que les permitan tener buenos amigos.
Ayuda a tus hijos a hacer nuevos amigos
Como padre o madre puedes ayudar a tus hijos a desarrollar habilidades sociales para que tengan amigos, así tendrán más confianza en sí mismos. Por ejemplo:
- Ayudar a tu hijo a desarrollar habilidades sociales positivas (compartir, empatizar y encontrar oportunidades para conocer a nuevas personas, etc).
- Ayudar a tu hijo a encontrar a otros niños con intereses similares. Los niños escogen a sus amigos en base a los intereses que puedan tener comunes.
- Si tu hijo es tímido ayudarle a que comience las conversaciones con otros ofreciéndole algunos ‘rompehielos’.
Las amistades en la infancia también pueden tener momentos de altibajos, como cualquier relación humana. También es importante que aprendan a manejar estas situaciones con resiliencia, que por supuesto, deberás ser su guía en el proceso.
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