Familia

Amando a mamá todos los días: razones para honrarla siempre

Honrar a nuestras mamás es algo de lo que nunca deberíamos olvidarnos: Pero, no solamente un día en concreto. ¡Toda la vida!

[mashshare icons=»1″]

Honrar mama
Nuria Capdevila

Nuria CapdevilaMaestra y pedagoga

Mamá es una figura muy especial en la vida de todos: no importa lo que hagamos o por lo que pasemos, una mamá siempre está al lado de sus hijos. Al menos, esto es lo que tengo con la mía. No quiero olvidar a mi papá, dejadme esta mención: otra de las figuras más importantes en mi vida.

Pero, volviendo a mamá: la mía, la vuestra. ¿Por qué esperamos al Día de la Madre para hacerle un regalo o decirle algo bonito? Yo desconozco vuestro caso, pero yo intento decirle cuánto la amo cada día. ¿Por qué? Hay miles y miles de razones por las que honrar y respetar a mamá cada día de nuestra vida.

Razones para honrar a mamá: ¡miles!

Paremos a pensarlo un momento: ¿Quién sacrificó su cuerpo para traernos a la vida? Aunque no lo parezca, pasar un embarazo y un parto es una situación estresante para el cuerpo. Para las madres: ¿Saldrá todo bien? ¿Estará bien el bebé? ¿Qué puedo hacer para llevar un embarazo saludable y lo mejor para mi futuro hijo? Todas estas son preguntas que se clavan en la mente de una madre desde el primer momento de esta odisea del embarazo. Y a vosotras, os ha pasado también. Ahora, podemos ponernos en el lugar de nuestra mamá y la vamos a ver de otro modo, ¿cierto?

Un refugio lleno de amor

¿Queréis más razones? Mamá es la persona que siempre tenemos al lado cuando la vida nos trae problemas. Ella nunca nos abandonará. No importa cuán complicada sea la situación, lo devastadora que puede ser: mamá siempre será un refugio para nosotros. ¿Os habéis fijado que uno de sus abrazos nos cura el alma? Pues, esto, también es de honrar.

Dificultades de la vida

Seguimos: Cuando enfermamos o tenemos problemas en el cole, ¿quién está pendiente de nosotros? Papá también, claro. Pero, el sufrimiento de una madre siempre es mayor, ¿no? Al fin y al cabo, un día compartimos corazón con ella.

Crecemos, hacemos nuestra vida y dudamos. A todos nos asaltan las dudas más de una vez en la vida y es que la experiencia está allí por algo. Pero, mamá, tiene esta experiencia, ¿no? Para mí, un gran pilar ante la incertidumbre de la vida. Y, ¿para vosotros?

Devoción y dedicación a jornada completa

Amor, devoción, dedicación… Como os hemos dicho, hay millones de razones por las que tener a nuestra mamá siempre presente y cada una encontramos las nuestras. Todas y cada una de ellas son motivos por las que honrarla cada día de nuestra vida.

¿Sabemos decirle a mamá cuánto la amamos y cómo honrarla a diario?

¡No te preocupes! ¡No pasa nada! ¡Es mi trabajo como mamá! ¿Os suenan estas expresiones? Claro, es la humildad de todas las madres. Siempre comprenden que tenemos poco tiempo, que debemos dedicarnos más a nuestra familia, que no podemos estar en todo. Pero, esto nunca debería ser así: debemos hacerle saber lo mucho que la queremos cada día.

Cómo honrar a tu mama

Honrar a nuestra madre no significa solo comprarle algo para el Día de la Madre, aunque lo hagamos porque es un detalle que se merece. Ella necesita otras cosas de nosotros:

Nunca debemos olvidarnos de ella

Vemos a muchas madres abandonadas en residencias o solas en su casa. Esto es algo que nunca deberíamos permitir: ¿acaso ella lo hizo con nosotros? A veces, es necesario (por su salud o nuestro tiempo) que estén en un sitio que la cuiden, pero es nuestro trabajo llamarla a diario y visitarla siempre que nos sea posible.

Decirle “Te quiero” a diario

Una llamada, lo soluciona todo. Si vivimos con nuestra mamá, decirle que la queremos cada día es fácil. Pero, de no ser así, una llamada no cuesta nada. Vivimos en una sociedad conectada, donde podemos hablar con quien queremos en cualquier momento. Tenemos miles de maneras con las que nos podemos comunicar y, ¿vamos a hacerlo con los amigos y no con nuestra madre?

Nunca debemos perder los nervios con ella

Tratarla con delicadeza y respeto es la base. ¿Cómo debe ser aquella persona que pierde los nervios con mamá, que la grita o le falta al respeto? Nuestra mamá se hace mayor y, al igual que ella tuvo paciencia durante nuestra infancia, nosotros debemos tenerla con ella a medida que va envejeciendo.

Darle un papel en nuestra familia

Si tenemos familia, ¿por qué no dejar que mamá forme parte de ella? Dejarle ver a nuestros hijos tanto como podamos, le ayudará a sentirse mucho mejor, a tener una vida mucho más plena. Además, ya hemos hablado sobre el vínculo mágico (y necesario) que se crea entre los abuelos y nuestros hijos. Nunca deberíamos apartarlos, sino todo lo contrario.

Tener conversaciones profundas, entender sus necesidades

Este es un paso que puede ser complicado para una madre. Saben que se hacen mayores, pero no suelen contarnos sus problemas y necesidades. Una vez más, aquí está la humildad de mamá. Sin embargo, no podemos olvidarnos de ellas: nuestra mamá no será siempre joven, nuestra mamá envejecerá y debemos ayudarla en todo. Por muy complicadas que puedan ser algunas conversaciones, debemos tenerlas.

Mamá siempre será mamá. Es la almohada en la que lloramos, los brazos que nos reconfortan, el amor y la comprensión que necesitamos. Aun cuando nos regañan, es por nuestro bien. Lo sabemos y ha sido así durante toda nuestra vida. Entonces, ¿por qué nosotros solo la honramos un día al año? Hay patrones que debemos cambiar y uno de ellos es empezar (si no lo hacíamos ya) a decirle a mamá cuánto la amamos, la necesitamos y la apoyamos.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *