El agotamiento extremo en madres que se quedan en casa
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Las personas que no se quedan en casa, no se dan cuenta de lo mucho que se trabaja dentro de ella. Un trabajo no remunerado que agota hasta la enfermedad en algunas ocasiones. Nadie quiere admitir que cuidar a los niños las 24 horas del día, los 7 días de la semana, puede causar agotamiento, pero no es una parte poco común de la maternidad, especialmente si eres una madre que se queda en casa. Afortunadamente hay algunas cosas que puedes hacer para evitar caer en estos extremos.
Minimizar el agotamiento y el estrés de ser una madre que se queda en casa
Puedes prevenir el agotamiento teniendo en cuenta algunos consejos, para evitar sentirte como una madre que no tiene ni descansos ni días para ti tampoco. Estos cambios son para utilizarlos en tu vida diaria, y cuando lo hagas, te darás cuenta de lo bien que te pueden venir…
Evita a las personas negativas
Si no tienes una red de apoyo que te ayude a sentirte bien, entonces el agotamiento puede venir por ahí. Evita a las personas que no te apoyan. Aunque en realidad no puedes evitar a todas las personas negativas de tu vida al 100%, puedes asegurarte de que la mayoría de las personas que estén en tu vida más tiempo sean las que te apoyen y estén a tu disposición.
Empieza a tener a esas personas a tu lado, para que tengáis una buena relación conjunta y sobre todo, para que te sientas apoyada siempre.
Encuentra tu sistema de apoyo
Igual que es necesario que evites a las personas negativas todo lo que sea posible, también es buena idea que te rodees de personas positivas que sean tu sistema de apoyo. Si no tienes ninguno a día de hoy, ha llegado el momento de crearlo.
Encuentra nuevas amigas a través de grupos o comunidades en redes sociales, grupos de apoyo, la escuela de tus hijos o incluso en el supermercado. Las amistades pueden salir de donde menos te lo esperes, siempre y cuando estés dispuesta a crearlas. Otras madres son un buen recurso para sentirte apoyada y hablar con otras personas que te entienden perfectamente.
Tú eres la primera en la lista
Una madre agotada se deja fácilmente en el final de la lista en sus prioridades, cuando en realidad debería estar en la parte superior todo el tiempo. Cualquier mamá siempre dirá y sentirá que lo primero en su casa son los niños, y es verdad. Pero si no te estás cuidando, recuerda que tampoco podrás cuidar a los demás.
Sé la primera en tu lista. Esto no significa que no estés cuidando a tu familia o haciendo lo correcto para ellos. Solo significa que eres el motor de tu hogar y que también debes cuidarte para que toda tu familia no sufra las consecuencias de no hacerlo.
Es necesario que te tomes tiempo para ti, que descanses y duermas más, pero también que hagas lo que necesites para evitar el agotamiento. Haz un pasatiempo que te guste, haz deporte, trabaja desde casa en algo que quieras probar… son pequeñas cosas que puedes hacer por ti y que pueden marcar la diferencia en tu salud emocional y también en el funcionamiento de tu hogar… sin aumentar tu frustración.
Pasa tiempo con tu pareja
Si tienes pareja, también es necesario que priorices vuestra relación. Su papel es significativo en casa y en la crianza de tus hijos, por lo que es necesario que también colabore en todo esto, aunque pase tiempo fuera de casa trabajando. ¡Tú también trabajas dentro de ella y tu agotamiento no es menor!
Asimismo, no pongas tu relación en segundo plano por muy agotada que estés. Tomad un tiempo para estar juntos, aunque solo sea mantener un poco de conversación diaria antes de ir a dormir. Esto puede daros un impulso emocional en esos días donde sientes que todo sale mal o que el agotamiento puede contigo.
Conectar con tu pareja marcará la diferencia en ti y en él/ella. Esperar ese momento especial de cada noche podrá hacer que vuestros días sean más fáciles.
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