Educación

Adolescentes: Superman no vuela y el porno no es real

[mashshare icons=»1″]

Porno no es real
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Tristemente, los preadolescente y adolescentes solo tienen que acceder a Internet desde su teléfono móvil para poder consumir pornografía. Acceden a cualquier producción de pornografía pasada o mundial y consumen este tipo de películas como si nada. Después se creen que esa es la realidad, que realmente mantener sexo es lo que ven en la pantalla y eso ocurre porque no tienen una buena base sexual que les enseñe lo que realmente es el sexo. Buscan información en las fuentes erróneas.

El porno NO es real

Hay una frase de Emilio Calatayud que explica muy bien esto: “Chavales: Igual que Superman no vuela, lo que pasa en las películas porno es ficción, no es real”. Los padres, permiten que los hijos tengan sin supervisión desde los 10 años teléfonos con Internet, sin pensar en toda la información y contenido que tienen entre sus manos… pensando que no es para tanto, cuando en realidad, sí es para mucho.

Los niños no tienen la capacidad suficiente para poder procesar esa información, no tienen un juicio crítico y lo peor de todo, se dejan influir por todo lo que aparece en la pantalla. Se lo creen. Creen que todo lo que ven es real, aunque claro, saben que Superman no vuela ni que tampoco existe en realidad.

Un ojo crítico ante la pornografía

La educación sexual empieza en casa y se debe hacer a través de los padres. Ellos son y serán la primera fuente fiable de información sobre el sexo en los preadolescentes y adolescentes. Pero para conseguirlo se deben dejar los tabúes a un lado y ser consciente de la importancia que tiene hablar de sexo con los hijos desde el momento que tienen curiosidad por primera vez. Los adolescentes deben sentir la confianza suficiente para poder hablar de sexo con sus padres.

Es importante también que los adolescentes estén educados acerca de qué es y por qué existe la pornografía. Necesitan tener herramientas para verla con cuidado en el caso de que lo hagan. Que sepan que no es real, que tiene defectos y que disfrutar del sexo saludable NO es para nada, lo que están viendo en la pantalla. Cuando los jóvenes encuentran pornografía (lo cual es casi seguro que harán) sin ningún contexto educativo, puede distorsionar sus ideas sobre el sexo y las relaciones. ¿Por qué no enseñar a los chicos y chicas a pensar críticamente sobre la pornografía de la misma manera que les enseñamos a pensar críticamente sobre la literatura?

Educación porno

Educación para que no haga falta ver porno

Los jóvenes necesitan desarrollar una enfoque crítico de lo que están viendo y aprenden a diferenciar entre pornografía y la realidad de las relaciones sexuales. No se trata solo de poder criticar las imágenes. También se trata de tener marcos con los que entender lo que ven a través de las pantallas.

Se debe enseñar a los jóvenes cómo pensar mejor sobre el género, el poder y el consentimiento. Si les damos eso, entonces podemos darles una sensibilidad cultural erótica para permitir la diversidad y el gusto individual. Lo que erotizamos puede promover la igualdad, la ternura, la comunicación, el consentimiento y la mutualidad.

Los padres deben comenzar a hablar con sus hijos sobre el porno, de la misma manera en que hablamos de no comer comida basura o no abusar del alcohol o no fumar. Hoy en día, no es suficiente tener solo la charla sexual, necesitamos incluir la charla sobre la pornografía. Aunque la pornografía se sienta como algo “sucio” si los valores están “limpios”, no debe dañar el pensamiento de quien ve dichas imágenes. Además deben saber dónde están los límites, como por ejemplo que la pornografía infantil es inaceptable y además, es un delito.

Cuando a los chicos y chicas se les quita esa “prohibición” de ver pornografía y además se les mantiene bien informados y se les proporciona una buena educación sexual, no necesitarán consumir este tipo de películas X.

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *