7 actividades cotidianas que son un lujo para las madres
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En los últimos años, los padres han asumido un rol más activo en la educación de sus hijos, pero a pesar de ello muchas madres siguen llevando sobre sus espaldas el mayor peso de la crianza en el hogar. Nadie duda que tener un hijo sea una de las experiencias más maravillosas en la vida de una madre, pero también demanda una gran cuota de tiempo y esfuerzo. Como resultado, muchas madres se ven obligadas a renunciar a pequeños placeres o actividades que antes formaban parte de su vida cotidiana.
7 placeres que la mayoría de las madres no suelen permitirse
1. Dormir 8 horas diarias
Un estudio realizado por investigadores de la Academia Americana de Neurología y la Georgia Southern University encontró que el 45% de las mujeres que tenían hijos dormían menos de seis horas diarias. Asimismo, descubrieron que por cada niño en casa, se duplicaban las probabilidades de que las madres durmieran mucho menos de lo que necesitan para descansar y recuperar fuerzas.
2. Comer sin interrupciones
Para muchas personas, lo habitual es comer sin interrupciones, pero para las madres este simple acto se convierte en un auténtico lujo. Ya sea porque el bebé está llorando, la lavadora se ha parado o es hora de alimentar al pequeño, deben dejar el plato a un lado para atender otras prioridades. De hecho, no faltan las madres que comen con el plato en mano mientras están inmersas en otras cosas.
3. Tomar una ducha sin prisas
Según la Organización Mundial de la Salud, solo se necesitan 5 minutos para tomar una buena ducha. Sin embargo, de vez en cuando no viene mal pasar más tiempo en el agua para relajar las tensiones y olvidarse por un momento del mundo. Sin embargo, muchas madres no se pueden permitir este lujo, sobre todo cuando están solas en casa con su bebé y no cuentan con nadie más que las ayude.
4. Ver una película completa
Incluso las madres que no son cinéfilas, reconocen que echan de menos la época en la que podían sentarse a ver una película del tirón y sin interrupciones. Con los niños en casa esto es prácticamente imposible, ya sea porque requieren atención o porque cuando van a la cama por la noche, la madre está tan agotada que se duerme inmediatamente apenas comienza la película.
5. Dedicar tiempo al descanso
Una investigación realizada en la Georgia Southern University en colaboración con la Academia Americana de Neurología desveló que las madres suelen sentirse agotadas una media de 14 días al mes, en comparación con los 11 días que se sienten cansadas las mujeres que no tienen hijos. La clave, según los investigadores, radica en el cúmulo de tareas cotidianas que tienen que afrontar las madres y su falta de descanso.
6. Pasar un día sin hacer nada
¿Sabías que a una madre le espera cada jornada una media de 26 tareas? Esto incluye preparar la mochila del colegio de sus hijos, ayudarles a vestirse, prepararles el desayuno y llevarlos a la escuela. Los lunes suelen ser los días más complicados, pero los fines de semana se suman las actividades recreativas en familia que, si bien contribuyen a fortalecer los lazos familiares, pueden llegar a representar una carga añadida para los ya agotados progenitores.
7. Comer de manera saludable
La falta de tiempo para cocinar, sumado al hábito de no tirar comida, hacen que muchas madres terminen comiendo lo que dejan en el plato sus hijos, lo cual muchas veces no resulta suficiente para satisfacer las necesidades nutricionales de un adulto. A esto se le suma que como no suelen sentarse a comer, pueden picar más entre horas.
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