Claves para enseñar resiliencia a los niños
La resiliencia es necesaria para superar los obstáculos de la vida
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Cuando pensamos en la infancia lo hacemos pensando en una época sin preocupaciones, donde la juventud parece que ofrece un escudo contra las heridas emocionales y los traumas. Pero no es así. En muchas ocasiones a los niños les cuesta hacer frente a los problemas como la adaptación a una nueva clase, la separación de los padres, problemas en el hogar o el acoso escolar. Para poder tener la capacidad de prosperar a pesar de los desafíos se necesita la habilidad de resiliencia.
La buena noticia es que las habilidades de resiliencia se pueden aprender. La construcción de la resiliencia (la capacidad para adaptarse bien a la adversidad, a los traumas, a la tragedia, a las amenazas o incluso a fuentes significativas de estrés) puede ayudar a los niños a controlar sus emociones negativas. Pero ser resiliente no significa que los niños no sufrirán angustia o dificultades. El dolor emocional y la tristeza son comunes durante la vida, pero lo que importa es aprender a sobreponerse a ellas. A continuación vas a encontrar algunas claves para enseñar resiliencia en los niños.
Cómo enseñar resiliencia a tus hijos
No satisfacer todas sus necesidades
Los padres tenemos la obligación de ofrecer seguridad y comodidad a nuestros hijos, pero debemos saber diferenciarlo del aprendizaje de la vida. La sobreprotección en los niños sólo alimenta su ansiedad, ellos necesitan desarrollar su propia solución de problemas, sentir que pueden tener el control de las situaciones.
Enseñar autocuidado
Es muy importante enseñar a los niños la importancia de aprender a comer adecuadamente, de hacer ejercicio y de descansar. Los niños deben tener tiempo para divertirse y para poder realizar sus responsabilidades. Para ello es necesario enseñarles autocuidado y también a organizar el tiempo en su vida para que sepa que aunque tenga que hacer tareas también debe tener tiempo libre para relajarse. El cuidado de uno mismo ayudará a los niños a mantener una vida equilibrada y a saber controlar mejor los momentos de estrés.
Evitar la eliminación de todos los riesgos
De forma natural los padres quieren mantener a sus hijos seguros, pero eliminar todos los riesgos (que no les ponen en peligro) les quitará la oportunidad de aprender resiliencia. Por ejemplo, es posible que a los niños que se quedan solos en casa no se les permite comer por si se atragantan, pero si tienen la edad suficiente para quedarse solos, también tienen la capacidad suficiente para comer sin supervisión, sobre todo si se les deja la comida preparada para que no tengan que cocinar.
La clave es permitir ciertos riesgos que puedan asumir y enseñarles las habilidades necesarias para que puedan superarlos. Los niños necesitan la libertad apropiada (dependiendo de su edad) para aprender dónde están los límites y actuar acorde a ellos.
Aceptar que el cambio es parte de la vida
El cambio puede ser aterrador para los niños y los adolescentes. Es importante que a los niños se les ayude a entender que el cambio es parte de la vida y que los nuevos objetivos pueden sustituir a otros que quedaron atrás. El cambio puede traernos cosas buenas y sólo hay que adaptarse a las nuevas circunstancias para sacar el máximo partido de ellas.
Otras claves importantes para enseñar resiliencia a los niños
- Enseñar a resolver los problemas cambiando la perspectiva
- Enseñar habilidades específicas dependiendo de las situaciones que deben superar
- No dar todas las respuestas y orientar a los niños para que ellos mismos encuentren su respuesta
- Evitar hablar en negativo o en términos catastróficos
- Dejar que los niños cometan errores y aprendan de ellos
- Trabajar siempre desde la Inteligencia Emocional
- Buscar oportunidades para el autodescubrimiento
- Ser un buen ejemplo de persona resiliente
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