Los secretos pueden parecer algo divertido, ya que cuando se guardan secretos entre amigos, como preparar un regalo a alguien, son una convención social sin maldad. Lo malo de guardar secretos es que, muchas veces, son la puerta a situaciones desagradables, ya sea de abuso o de acoso.
Los secretos son, por definición, una información que se pide que no sea contada ante la amenaza de una consecuencia.
Tienen normalmente 3 características:
- Tiene que existir una información.
- Esta información debe ser desconocida para la mayoría, solo es conocida por unas pocas personas.
- Que esa información sea custodiada por los conocedores de la misma.
Muchos adultos utilizan el concepto de los secretos con los niños cuando tienen malas intenciones, y por eso es primordial enseñar a los niños a no guardar los secretos con nosotros en casa. Siempre tienen que tener la confianza de contarnos cualquier cosa, y saber que los vamos a escuchar con interés.

Diferentes tipos de secretos y por qué todos deben ser contados con confianza en casa
Tendrás que dejar claro a tu hijo que en vuestro hogar no se guardan secretos. Educa a tu hijo sobre los diferentes tipos de secretos que existen y por qué es tan importante hablar con un adulto de confianza.
Es necesario que todos los padres enseñen a sus hijos a que hay diferentes tipos de secretos que puede encontrarse y que debe aprender bien a diferenciarlos. Aún así, deben saber que siempre pueden contarnos todos, especialmente los que no son divertidos.
Un truco que podemos hacer para evitar situaciones de acoso es explicar a los niños que los secretos nunca pueden ser solo de dos personas. Que cada uno tiene derecho a contárselo a alguien de su confianza para que, al menos, lo sepan 3 o 4 personas y así puedan decidir si es un secreto seguro. Así la carga se comparte, se rebaja el estrés que supone guardar un secreto y, además, se evitan situaciones peligrosas.
Estos son los tipos de secretos:
- Secretos divertidos. Este tipo de secretos pueden incluir hacer una fiesta sorpresa o tener un regalo para alguien especial. Frases como: ‘No le digas a mamá lo que le hemos comprado por su cumpleaños’ es un ejemplo de secreto divertido. Aún así, no es conveniente que los niños aprendan a guardar en casa secretos, aunque sean, divertidos, porque pueden ser la puerta a guardar secretos dañinos o peligrosos. Una alternativa, si, por ejemplo, mamá está preparando un regalo a papá es decirle: "le hemos comprado un regalo a papá por su cumpleaños, puedes decirle que tenemos un regalo, pero no le digas que es un reloj para que se sorprenda cuando se lo demos".
- Secretos dañinos. Este tipo de secretos son los que se les pide a los niños que guarden con buena intención pero pueden ser secretos dañinos. Por ejemplo, una abuela le puede pedir a su nieto que no le diga a sus padres que comió chocolate y que se quedó despierto hasta tarde mientras ella se hacía cargo de él. Este tipo de secretos enseñan a los niños que pueden tener problemas por decir la verdad y pueden comenzar a mentir. Por eso, tenemos que enseñarles a que nos los cuenten, y cuando lo hagan no enfadarnos con ellos por haber comido ese chocolate. Luego, podremos hablar con el adulto que les pidió guardar el secreto para poner los límites que consideremos, y pedirle que no haga que nuestros hijos mientan (aunque sean mentiras piadosas).
- Secretos peligrosos. Los depredadores de niños o los acosadores en el patio del colegio dependen muchas veces de que los niños guarden los secretos para aprovecharse de ellos. Les dicen cosas como: "este es nuestro secreto y no se lo puedes decir a nadie". También pueden amenazar a los niños para que no digan nada: "como se lo cuentes a alguien te vas a enterar" . Los niños que no han sido educados correctamente sobre los secretos puede que tengan miedo de contarlo en casa o a alguien de confianza.
Habla con tu hijo sobre los diferentes tipos de secretos
Es necesario hablar regularmente con los niños sobre los secretos seguros y diferenciarlos bien de los secretos inseguros. Empieza a hablar con tu hijo pequeño sobre los secretos inseguros para que sea capaz de verbalizar lo que le ocurre. Explica que a veces las personas les piden a los niños que guarden secretos porque están haciendo cosas malas. Explícalo teniendo en cuenta la capacidad de entendimiento de tu hijo.

También tendrás que enseñar a tu hijo qué es un contacto (físico) ‘seguro’ de lo que no lo es. Deberá entender que nadie deberá tocarlo en partes que se consideran íntimas y privadas, y que tiene derecho a poner límites y decir "no" ante cualquier contacto. Asimismo siempre pueden contar cualquier cosa que no les haya hecho sentir bien, como que alguien se ría de algo que ha hecho. La comunicación es la forma de prevención más importante con la que contamos.
Los niños deben tener claro que siempre podrán contarte cualquier secreto aunque le hayan pedido que lo guarde. Si alguien le dice que ‘no es asunto de tus padres’ asegúrate de que sea lo que sea, te lo cuente igualmente. Tu hijo deberá saber que si lo cuenta nunca será castigado por decir la verdad. Los depredadores de niños a menudo le dicen a los niños que se meterán en grandes problemas por contarle a alguien lo que está sucediendo. Tu hijo debe sentir la seguridad de que nunca tendrá consecuencias negativas por decir la verdad o contar un supuesto secreto.
Un secreto no es lo mismo que intimidad o privacidad
Los niños tienen que aprender a diferenciar entre secreto y privacidad. Contar secretos no es lo mismo que tener privacidad.
Habla sobre la privacidad y la importancia de mantenerla y respetarla (como tener la puerta cerrada en el cuarto de baño o llamar a la puerta antes de entrar en una estancia de la casa que está ocupada por otra persona).
Tiene que aprender a respetar la privacidad de otros y al mismo tiempo, no guardar secretos dañinos o peligrosos.