¿Qué puede hacer el colegio para ayudar a los niños con TDAH?
Estrategias de apoyo escolar a los niños con TDAH
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El TDAH es uno de los trastornos psicológicos más frecuentes en la infancia. Tan solo en España, se estima que alrededor del 5% de los niños padecen esta alteración que, por lo general, se diagnostica en la edad escolar. De hecho, según expertos de la Universidad Internacional de La Rioja, es en los colegios donde generalmente empiezan a aflorar los problemas de atención e hiperactividad, por lo que en cada clase suele haber uno o dos niños con TDAH.
Obviamente, el TDAH no comienza con la entrada a la escuela, lo que sucede es que sus síntomas se hacen más evidentes a partir de los 5 o 7 años de edad, cuando los niños tienen que enfrentarse a las nuevas normas que exige el colegio y que presuponen un mayor esfuerzo y atención.
La buena noticia es que un buen manejo del TDAH por parte de los profesores, puede resolver aproximadamente un 80% los problemas asociados a este trastorno. De hecho, se conoce que los niños con déficit de atención e hiperactividad cuyos profesores han implementado una metodología educativa personalizada, tienen menos dificultades académicas y un riesgo más bajo de fracaso escolar. Tal es el caso, por ejemplo, de los niños que asisten al colegio Nuevo Velázquez de Madrid, que reciben una formación adaptada al TDAH.
Sin embargo, en realidad no es necesario que estos niños acudan a un centro educativo especializado. En la mayoría de los casos, es suficiente con que los profesores implementen una estrategia personalizada en clase.
Cinco consejos para ayudar a un niño con TDAH en la escuela
1. Utiliza ejemplos prácticos y originales
El problema más acuciante de los niños con TDAH es su dificultad para concentrarse en una sola tarea durante un tiempo prolongado. Si esta tarea le resulta además monótona y aburrida, la falta de atención se acentuará aún más. Por eso, es conveniente recurrir a actividades que motiven al niño en el aula. Los ejemplos prácticos y las tareas originales, que despierten su curiosidad, son perfectas. También es conveniente utilizar medios educativos dinámicos, como los proyectores u otros recursos propios de las nuevas tecnologías.
2. Divide las lecciones en unidades cortas
Una manera para retener la atención de los niños con TDAH consiste en dividir las lecciones en actividades más cortas y entretenidas. Como a estos niños les resulta difícil mantenerse concentrados en una misma tarea durante mucho tiempo, si se cambia la actividad con frecuencia, les será más fácil mantenerse concentrados. Por ejemplo, puedes pedirle que lea pequeños fragmentos de texto, o que resalte la información importante de otro color. De igual manera, resulta eficaz entregarle solo una tarea a la vez. De hecho, al aplicar esta estrategia en los exámenes (entregar una pregunta a la vez), se consiguen mejores calificaciones.
3. Potencia el aprendizaje cooperativo
Otra estrategia muy eficaz para educar a los niños con TDAH consiste en ponerlo bajo la tutela de otro niño. Es lo que se conoce como tutorización entre iguales y es una forma para que los niños con TDAH se sientan motivados a no abandonar las actividades escolares. Además, al compartir las tareas con un compañero de clase, le resulta más sencillo comprender los contenidos, aceptar las sugerencias y realizar los deberes.
4. Estimula sus potencialidades
A menudo, las personas que rodean al niño con TDAH se centran en sus síntomas; es decir, en sus deficiencias y en su incapacidad para realizar determinadas actividades. Sin embargo, muy pocas veces los padres o profesores se detienen a valorar y reconocer sus potencialidades. Esta forma de actuar afecta la autoestima del niño y debilita su motivación. Por eso, es importante estimular sus cualidades y potencialidades, así el niño también desarrollará una mayor confianza en sí mismo.
5. Refuerza sus avances
Una estrategia muy sencilla para fortalecer el desarrollo académico de un niño con TDAH es reforzar sus avances en el aula, aunque sean pequeños. A veces es suficiente con que el profesor le dedique unas palabras de aliento o un gesto de aprobación. Sin embargo, también se puede recurrir a otras técnicas, como una condecoración, una medalla o un distintivo, cada vez que alcance determinada puntuación. La idea radica en resaltar su esfuerzo y motivarlo a empeñarse más.
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