Familia

No fuerces a tu hijo a aprender o sufrirá intentando ser el mejor

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No fuerces a tu hijo a aprender
Mª José Roldán

Mª José RoldánMaestra y Psicopedagoga

Ningún padre debe obligar a sus hijos a aprender cosas que no quieren o les desmotivan, por muchas ganas que tengan los padres de hacerlo. No hay que obligar a los niños a que hagan cosas que no quieren hacer. Tampoco hay que obligar ni forzar a los niños a que hagan cosas si no están preparados para hacerlo, porque los niños tienen un ritmo de desarrollo y evolución y eso, es fundamental respetarlo.

Para que un niño aprenda necesita que los demás le respeten y le debe gustar lo que está haciendo. Los padres que fuerzan a sus hijos se encontrarán con niños infelices que quieren contentar a sus padres pero que no creen en lo que están haciendo. Esto les generará disonancia cognitiva porque piensan una cosa y hacen otra. Cuando esto ocurre los niños sienten frustración, desmotivación e incluso, pueden sentirse tristes y con síntomas depresivos.

Los niños confían en ti

Los niños confían en ti, porque eres su padre o madre y por este motivo, es necesario que pienses qué es lo mejor para ellos. Si obligas a tu hijo a tocar un instrumento sin que quiera hacerlo con 5 años y hasta llora porque no quiere tocarlo, pensará que lo estás haciendo por él… pero al mismo tiempo crecerá en su interior resentimiento y odio hacia la música.

Cuando se les obliga a los niños a hacer cosas que realmente no quieren, entonces solo cogerán aversión hacia lo que se les está obligando y también, tendrán ciertos sentimientos negativos hacia ti, porque no estás respetando sus intereses ni sus motivaciones. A la larga, esto también podrá generar resentimiento hacia los padres, ya que comprenderá que no le respetaste y que le obligaste a hacer cosas que no quería hacer solo por tu pensamiento egoísta.

Permite que tus hijos decidan lo que les gusta

Los niños son honestos

Si obligas a un niño a hacer algo que no quiere, la batalla al menos al principio está asegurada. Los niños son honestos con sus sentimientos y si algo no le gusta lo sabrás, a través de sus palabras o a través de sus comportamiento. Si un niño es infeliz, lo descubrirás rápidamente. Tendrás que respetar sus sentimientos y si tú querías que tu hijo fuese un gran músico porque es tu sueño frustrado pero a él no le gusta la música… ¡respétalo y acéptalo!

Los niños también deben tener cierto control de cómo pasan su tiempo libre. No utilices sobornos ni tampoco amenazas para que tus hijos hagan las cosas. Deja de programar a tu hijo como si fuese un robot, porque él tiene su propia idiosincrasia… No le arrastres para hacer cosas que realmente no quiere.

Permite que tus hijos decidan lo que les gusta

La mejor manera de hacer, de que tus hijos disfruten y de que las cosas realmente le motiven, es permitir que escoja las actividades que realmente quiere probar y le interesan. Quizá no elija cosas tan increíbles como tocar el piano, ¡pero es que le debe gustar a él! No fuerces a lo que le ‘tiene que gustar’ a tu hijo o se convertirá en el futuro, en una persona fracasada. Porque pensará que lo que no le gusta es lo correcto en su vida, y de eso nada. Si esto ocurre, escogerá un trabajo que no le gusta, que no le satisface, que no importa si le tratan mal o si le grita… porque se acostumbró que eso es lo válido. ¡Pero no lo es!

Debe tener la capacidad de escoger lo que le gusta hacer (un trabajo que le guste), hacer lo que menos le gusta de formas que le causen satisfacción (como limpiar la casa escuchando música) y deben respetarle y respetarse él mismo.

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